l.A./B.N. | 18-07-2019
En el acto de apertura se expusieron los datos recabados sobre la milagrosa curación. (FOTO: J.PEIRÓ)
Su testimonio espontáneo, y muy emocionado, sobrecogió a todos los que llenaban el salón gótico del Palacio Arzobispal el pasado sábado, 13 de julio, en la apertura del proceso de un posible milagro atribuido a la intercesión del siervo de Dios Eladio España (Carcaixent, 1894-1972). Hablaba un catedrático jubilado en quien se ha producido esa curación “sin explicación médica alguna” de un gravísimo tumor intraocular. Ocurrió hace cinco años y ahora va a ser investigada como un posible milagro.
Semanas antes de la operación, se había encomendado tanto él y su esposa, como sus amigos también (todos estaban en la apertura de la causa), a la intercesión de don Eladio, aquel cura de Carcaixent, hoy en proceso de beatificación, al que acudía a confesarse el catedrático desde joven (estuvo más de 20 años yendo a confesarse con él en El Patriarca) como hacían otros miles de estudiantes.
Este veterano profesor -cuyo nombre omitimos para respetar el proceso-, reconocía a viva voz en el acto de apertura del proceso que los cirujanos quedaron estupefactos cuando comprobaron ya en la mesa del quirófano del hospital que no había ni rastro de la gravísima enfermedad de la que iban a intervenirle en el ojo derecho -melanoma de coroides, un tumor maligno especialmente agresivo en adultos-.
“Cual fue mi sorpresa cuando los dos cirujanos después de analizar con gran detenimiento el ojo derecho -y luego el izquierdo por si se habían equivocado-, exclamaron des­concertados ‘¡aquí no hay nada!’. Ni que decir tiene que mi estado de animo pasó desde ese momento de las más oscuras sombras a la luminosidad más intensa”, concluyó.

‘Dios actúa aquí y ahora’

La apertura de la causa de un posible milagro sigue siempre un protocolo riguroso y minucioso que lleva a cabo la delegación episcopal para las Causas de los Santos, bajo la dirección de su titular, Ramón Fita, y que fue muy resaltado por el obispo auxiliar de Valencia monseñor Esteban Escudero, que presidió la apertura en representación del arzobispo, el cardenal Antonio Cañizares.
“Puede parecer burocracia a ojos de un no creyente, pero para un creyente esto demuestra la seriedad con la que se está investigando, porque se trata de demostrar si Dios ha actuado y, si se prueba el milagro, Dios nos está dando pruebas de su existencia aquí y ahora. Si Dios ha actuado hay que determinarlo con mucha precisión. No podemos jugar con ello. No es una burocracia sino una exquisita delicadeza de la Iglesia para comprobar la actuación de Dios en el mundo, de un Dios que no es lejano, sino que tiene en cuenta nuestros problemas, escucha nuestras oraciones. Estamos reafirmando la providencia de Dios, providente, amoroso, de un Dios que es amor”, concluyó el obispo.
Así es el proceso
El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha firmado el decreto para la apertura del proceso de instrucción sobre un posible milagro atribuido a la intercesión del sacerdote valenciano Eladio España (1894-1972), actualmente en proceso de bea­­tificación.
El posible milagro será investigado por el tribunal nombrado por el Cardenal cuyos miembros prestaron juramento en la sesión de apertura del proceso. Una vez transcurrido el periodo de estudio en la fase diocesana el tribunal remitirá la documentación a la Santa Sede para que “continúe allí el proceso”.
En ese caso sería valorado por el congreso de médicos de la congregación vaticana para las Causas de los Santos, posteriormente por la comisión de teólogos y, finalmente, por la de Obispos y Cardenales, que remitirán y presentarían la documentación al Papa, quien pro­mulgaría el “decreto de milagro”.

El secreto de un excelente confesor de miles de jóvenes
Durante más de cuarenta años don Eladio vivió en el Colegio Seminario Corpus Christi, El Patriarca, del que fue rector en varias ocasiones. “Estaba entregado por completo a la confesión y dirección espiritual, prevalentemente, de jóvenes universitarios”, recordó en la apertura de la causa Manuel López Pellicer.Y es que “tenía fama de confesor excelente, con profundas frases, siempre cortas, y elocuentes silencios con los que ayudaba abrir el alma al Señor”. Jamás se atribuía mérito alguno, “ni siquiera por sus casi 140 dirigidos que fueron ordenados sacerdotes”, precisó.
Eladio España nació en la localidad valenciana de Carcaixent en 1894 y fue ordenado sacerdote en 1923 siendo, posteriormente, coadjutor de la parroquia de Relleu y de la parroquia de San Juan Bautista de Alzira. Fue el promotor de la canonización del arzobispo de Valencia San Juan de Ribera, en 1960.
Falleció en 1972 en la casa de ejercicios espirituales que él mismo había construido en la Barraca de Aigües Vives, en Car­caixent.
Su proceso de canonización fue promovido en 1996 por la ‘Asociación de Amigos del siervo de Dios, D. Eladio España Navarro’, integrada por seglares y sacerdotes.