BELÉN NAVA| 11-03-2016
os máximos representantes de las fallas premiadas, ‘El Palau’ y Espartero – G.V. Ramón y Cajal, junto al Cardenal tras recibir los ‘palés’ con el premio PARAULA. A.SAIZ
El Palacio Arzobispal acogió, como viene siendo habitual desde hace ya seis años, la entrega de los premios PARAULA a los mejores ninots con valores, tanto en la categoría infantil como en la ‘grande’. En estos galardones se premia el fomento de la familia, los valores humanos y las devociones valencianas.
El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares Llovera, fue el encargado de entregar los premios, que este año han recaído en las comisiones Falla El Palau (Antigua Senda de Senent – Alameda)  y Espartero – G.V. Ramón y Cajal.  El acto contó con la presencia de representantes de las dos comisiones premiadas, encabezadas por sus presidentes y  falleras mayores.
Primeramente, don Antonio agradeció que las fallas “expresen un mundo nuevo y defiendan el respeto al hombre y a la naturaleza”.
Al entregar los premios PARAULA,el Cardenal expresó su admiración a la falla Palau, por “la idea preciosa que recrea de que San José, trabajando en su taller, hiciera la primera falla de la historia” y a la de Espartero-Ramón y Cajal, por “haber presentado la verdad de la vida y del hombre, rodeado de la ternura inmensa que es Dios”.
El purpurado añadió que “de verdad, esto es lo que necesitamos sobre la tierra que debemos cuidar, con la sencillez de un niño, y eso es lo que hará que las fallas no sean sólo una fiesta importante sino una expresión de que el hombre y la naturaleza sean respetados”.
El Cardenal concluyó sus palabras asegurando que “estoy con todo el mundo fallero” y deseando unas felices fiestas a todos.
Tradición y cuidado de la “casa común”
PARAULA creó en el año 2011 el ‘Premio PARAULA al mejor ninot’ tanto en categoría infantil como en categoría grande, un galardón que se otorga a aquellos ninots que han sabido transmitir una serie de valores humanos como la familia, el respeto, la humildad, la generosidad, la bondad, la religión…y que día a día son los protagonistas de las noticias de esta publicación. Por eso este año los ninots premiados se han distinguido por fomentar la tradición y las raíces cristianas – en el caso del infantil- y el respeto por la naturaleza y el cuidado de la “casa común”en plena sintonía con la encíclica Laudato si’ del papa Francisco- en el caso del grande.
El ‘ninot’ infantil ganador de la falla El Palau es obra del artista Juan José García López (Juanjo Falles C.b.) y representa a un San José trabajando en su taller de carpintero.
El ‘ninot’ grande ganador, de la falla Espartero – G.V. Ramón y Cajal, es obra del artista fallero Francisco Vizcaíno con el lema ‘’Anem de caça’. La escena muestra a una niña plácidamente durmiendo en su habitación convertida en una pequeña selva donde los animales velan su sueño. Abrazada a un zorro, sueña con un mundo mejor en la que los animales y la naturaleza cobran vital importancia.  Siguiendo el lema del monumento, esta escena, titulada ‘Caçador de somnis’, augura que la “juventud tendrá la força de fer en els seus somnis un mon millor sense maltractar els animals tenint cura de la naturalea”. Una idea que entronca con la encíclica Laudato si’ en la que, inspirada en el Cántico de las criaturas de san Francisco de Asís, el papa Francisco invita a dejar “un planeta habitable para la humanidad que nos sucederá”.