Eva Alcayde | 24-04-2014

Juan-Pablo-II-valenciaJuan Pablo II fue el primer papa que pisó tierras valencianas. Fue el 8 de noviembre de 1982 y ese día la ciudad se vistió de amarillo y blanco para recibir al pontífice. El Santo Padre llegó a Manises cerca de las 9 de la mañana y fue recibido en el aeropuerto por el arzobispo Miguel Roca. En su camino a la ciudad la comitiva papal paró en Xiriviella, donde Juan Pablo II bendijo la cruz de término, monumento que recuerda la visita del pontífice.
A las 9:35 Juan Pablo II entró en la Catedral de Valencia por la puerta de los hierros y oró unos instantes ante el Santo Cáliz, colocado en el altar. Después pasó a la Basílica de la Virgen, donde rezó ante la Mare de Déu. Tras el saludo a los ancianos en la plaza y descubrir una plaza conmemorativa de su visita, presidió en la Alameda, ante cerca de un millón de personas, la mayor ordenación sacerdotal de su pontificado, donde ordenó a 141 nuevos sacerdotes de toda España.
Tras la misa, en la que participaron más de 300 músicos, un helicóptero llevo al papa hasta el Seminario de Moncada, donde se sirvió la comida y el papa dirigió un mensaje a los sacerdotes.
La sensibilidad y cercanía de Juan Pablo II hacia los que su­fren que­dó constatada cuando ese mismo día 8 de noviembre de 1982, no quiso marcharse de Valencia, sin desplazarse hasta Alzira para alentar a los dam­nificados por la pantanada de Tous, ocurrida semanas antes.
Beatificación multitudinaria
El papa Juan Pablo II beatificó a lo largo de su pontificado a un total de 255 religiosos y seglares valencianos y canonizó a un religioso natural de Xàtiva, el dominico San Jacinto Castañeda, nacido en 1743.
De los valencianos beatificados, la mayoría de ellos, 226, fueron elevados a los altares en la que constituyó la mayor beatificación colectiva de la historia que presidió Juan Pablo II en Roma en marzo de 2001 junto con otros siete mártires de otras diócesis de España.
Dentro de este grupo de nuevos beatos valencianos figuraron 37 seglares y, entre ellos, varios que se convirtieron en los primeros profesionales de sus respectivas actividades laborales en ser elevados a los altares. El papa Juan Pablo II fijó el 22 de septiembre como fiesta litúrgica de todos estos nuevos mártires, al ser el día y el mes en que se produjeron el mayor número de martirios en Valencia.
Valencia, extensión del Instituto JPII
El Pontificio Instituto Juan Pablo II de Valencia, creado en 1994, fue la cuarta extensión internacional de este centro constituido en Roma en 1981 por el Papa a propuesta del Sínodo de Obispos «para hacer accesible la verdad natural y revelada del matrimonio y la familia a la cultura contemporánea», según se indicaba en su constitución apostólica.
Después de abrir la sede central en Roma, se crearon extensiones sucesivamente en Washington, México, Valencia, Salvador de Bahía, Sydney, además de otras dos en Benín y La India. En España, su única sede se encuentra en Valencia desde el 13 de septiembre de 1994, aunque desde entonces el instituto ha abierto dos extensiones en Madrid y Castellón.
Eligió Valencia a donde quería volver
Juan Pablo II designó la ciudad de Valencia como sede del V Encuentro Mundial de las Familias (EMF) que se celebró en 2006, según anunció el propio Pontífice el 25 de enero de 2003 desde Roma en un mensaje televisado que se emitió en la clausura del anterior EMF en Manila.
A pesar de su cada vez más precario estado de salud, el Papa “quería firmemente volver a Valencia” para el V EMF y así lo expresó tanto él como su secretario personal, el hoy cardenal arzobispo de Cracovia, Stanislaw Dwicsiz, al entonces arzobispo de Valencia, y más tarde cardenal, Mons. García-Gasco. Finalmente, no pudo ser y falleció en abril de 2005, un año antes de celebrarse en Valencia, como quiso, el EMF que presidió ya su sucesor, Benedicto XVI.