Es un proyecto que la Catedral prepara como “regalo” para la ciudad de Valencia y acaba de recibir el apoyo unánime de Consell Valencià de Cultura (CVC). Se trata de dejar a la vista de todos las capillas góticas de la girola ocultas desde hace casi 200 años por un muro `postizo´ de ladrillo, del siglo XIX, que hay en su fachada de la plaza de la Almoina. Aun así, la consellería de Cultura se muestra reticente al dictamen del CVC. Dice que va a buscar otras opiniones.. y eso que la Catedral asume todos los gastos de cambiar los ladrillos del muro por rejas para dejar visible todo ese conjunto medieval. PARAULA muestra por primera vez cómo es este proyecto de la Catedral que recuperará la estructura original de nuestra Iglesia madre.
L.A. | 27-02-2019
Imagen actual de la zona, con el toldo blanco que protege de la lluvia sobre la capilla de la sacristía tras las últimas filtraciones. Sobre las tejas se aprecia el arranque de los arcos apuntados de las capillas góticas de los absidiolos que podrán quedar a la vista, cuando sea eliminado el muro y sus cubiertas. (FOTO: V.GUTIÉRREZ)
El proyecto de la Seo es dejar al descubierto desde el exterior tres de sus ocho capillas góticas de la girola, de finales del siglo XIII y comienzos del XIV, situadas en la cabecera del templo y que permanecen semiocultas tras un muro de ladrillo construido en 1827. El objetivo es desmontar el muro que “deforma la bella composición del conjunto de la fachada de la cabecera de la Catedral” para que queden totalmente al descubierto estas capillas góticas, lo que dará a Valencia una imagen inédita y jamás fotografiada de su Catedral.
“En la actualidad esas tres capillas góticas, aunque ocultas, están restauradas sólo en la mitad superior que es la que se puede entrever desde el exterior”, asegura el canónigo conservador de la Seo, Jaime Sancho.
“Lo vamos a financiar todo desde la Catedral. No pedimos dinero a nadie, lo planteamos como un regalo de la Catedral a la ciudad de Valencia por todo lo que la ciudad ha hecho por la Catedral”, añade. Cuando esté la obra acabada “se podrá ver perfectamente el ábside del siglo XIII y el cimborrio del siglo XIV, desde la zona de la plaza de la Almoina. Será algo único entre las Catedrales españolas porque casi todas tienen edificios adosados”.
La “mayor expresión constructiva” de la Seo, a la vista
La catedral de Valencia comenzó a ser construida en 1262 por el entonces obispo de Valencia, fray Andrés Albalat. Las obras se iniciaron en transición del románico al gótico por la cabecera con el ábside, la girola, los absidiolos y la nave del transepto.
Precisamente la zona donde se proyecta esta intervención “es el punto de mayor expresión constructiva de la Catedral: las cubiertas de la capilla mayor, las de la girola y las ocho capillas de los absidiolos se suceden en cascada desde la cubierta más alta hasta el suelo”, según describe a PARAULA el arquitecto de la Catedral Salvador Vila.
A lo largo de los siglos, “las necesidades funcionales y las modas arquitectónicas hicieron que en el perímetro exterior de la Catedral se fueran adosando numerosas construcciones”, que fueron cubriendo su imagen primigenia, hasta llegar al momento máximo de ocultamiento en el siglo XVIII.
Ahora la pretensión del Cabildo es volver a aquella Catedral del siglo XIII y XIV. “Incluso hay dos capillitas medievales de sillería adosadas a la fachada, de uso incierto, posiblemente destinadas a enterramientos de familia” en cuyo interior, pendientes de excavación arqueológica, aparecen restos de decoraciones con pinturas murales de la época. estas capillas serán restauradas.
Las capillas góticas absidiales que quedarán ahora al descubierto, (algunas de las cuales tenían sacristía) estaban originalmente cerradas por el interior de la girola con verjas de hierro y cada una de ellas tenía gran ventanal en el centro con vidrieras de colores por las que entraba gran cantidad de luz cuando fueron edificadas, ofreciendo una visión deslumbrante de la girola. Desgraciadamente, las reformas del siglo XVIII influyeron de forma determinante en las capillas y en la propia girola que ahora pueden volver a recuperar su aspecto exterior».