Eduardo Martínez | 1-03-2018
La autora de la tesis, en los Cines Lys de Valencia. (FOTO: ALBERTO SÁIZ)Desde la familia tradicional de ‘Mary Poppins’ (padre y madre con dos hijos) a la de ‘Boyhood’ (madre divorciada con dos hijos que llega a pasar por tres matrimonios) hay medio siglo de distancia. La evolución de la institución familiar queda patente al comparar ambos filmes, nominados al Óscar a la mejor película en 1964 y 2014, respectivamente. Una tesis doctoral recientemente defendida en la Universidad Católica de Valencia (UCV) profundiza, precisamente, en la capacidad del cine de reflejar la realidad de la familia y de contribuir a la transformación de la misma. La autora de la investigación, la profesora de la UCV Mª José Salar, asegura que, pese a encontrarse la familia en una cierta crisis por los grandes cambios que ha sufrido en los últimos cincuenta años, el valor de la institución como tal se mantiene prácticamente intacto en el celuloide. En vísperas de la ceremonia de los Óscar de este año, la nueva doctora comparte con PARAULA algunas de las reflexiones de su investigación académica.
– Entre las nominadas a los Óscar 2018 hay películas, como ‘Coco’, donde aparece de forma sobresaliente la familia. ¿Sigue siendo relevante la institución familiar según el cine de Hollywood actual?
– Así es. A pesar de la variedad y la creciente evolución en cuanto a la estructura y formas familiares, el valor de fondo de la familia se mantiene inalterable en casi todas las películas. Tal vez lo que se haya visto más dañada es la institución matrimonial, que no obstante es la base de la familia. Las películas de las últimas décadas nos muestran muchos matrimonios rotos, la falta de amor y la incomunicación, hijos sin referentes… Aunque en casi todas ellas la figura del matrimonio es una constante, este no dura. El cine refleja cómo hemos pasado de lo que llamamos habitualmente una “familia tradicional”, es decir, el matrimonio con sus hijos, a algo que ya no se sabe con exactitud qué es. Se ha diluido aquel concepto, con la aparición cada vez más frecuente de parejas divorciadas, otras reconstituidas o madres solteras, con el añadido de que esta situación ya no es hoy solo sobrevenida o involuntaria, sino que a veces es buscada expresamente. Con todo, al final todos o casi todos queremos formar una familia. Es una institución imperecedera y la más valorada por los españoles, como demuestran multitud de encuestas, a pesar de los potentes ataques que está sufriendo. Son muchas las instituciones que reconocen su carácter natural, previa al derecho, como por ejemplo la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que en el artículo 16.3 señala que “la familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad”.

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