L.B. | 17-11-2017
Este domingo 19, la Iglesia celebra la I Jornada Mundial de los Pobres. Una invitación que el papa Francisco dirige a toda la Iglesia para que escuche el grito de ayuda de los pobres.
La diócesis de Valencia se une a esta convocatoria con oraciones y acciones de sensibilización para que todos los cristianos se sientan responsables de los más necesitados. En España, entidades como la Conferencia Episcopal o Cáritas han preparado también acciones para promocionar la Jornada.
La iniciativa, que se celebra con el lema ‘No amemos de palabra sino con obras’, tiene como primer objetivo “estimular a los creyentes para que reaccionen ante la cultura del descarte y del derroche”, según indica el papa Francisco en su mensaje para esta jornada. Es, por tanto, una invitación a “compartir con los pobres a través de cualquier acción de solidaridad, como signo concreto de fraternidad”. A la vez, otro gran objetivo es promover una caridad que nos lleve a tener un verdadero encuentro con el pobre “que no se limite a un gesto para hacer una vez a la semana, y menos aún gestos improvisados de buena voluntad para tranquilizar la conciencia”, sino que nos lleve a que el compartir “se convierta en un estilo de vida”.
Esta jornada nació hace un año, el 13 de noviembre de 2016, cuando el Papa celebraba el Jubileo dedicado a los marginados. De manera espontánea, al finalizar su homilía, el Papa manifestó: “quisiera que hoy fuera la ‘Jornada de los pobres’”.
Esta jornada se celebrará todos los años y en toda la Iglesia el último domingo del tiempo ordinario, el domingo XXXIII, previo a la fiesta de Cristo Rey.

Jornada Mundial Eclesial por los Pobres

Por Antonio Cañizares Llovera. Cardenal arzobispo de Valencia.
Desde que llegué a la diócesis de Valencia, como Arzobispo, no he dejado de insistir, a tiempo y a destiempo, en sintonía con el pensar y actuar de la Iglesia -desde sus comienzos hasta ahora con el papa Francisco, tan señero y destacable como signo puesto por Dios en este campo- la opción preferencial por los pobres, consciente y responsable de que esta opción ha de marcar la acción pastoral de la Iglesia universal y diocesana. sí corresponde a la verdad del Evangelio y a la autenticidad evangelizadora, es decir, a las exigencias de una nueva evangelización, a los signos de los tiempos, a lo que Dios nos está gritando tan clara como fuertemente a través de los pobres mismos y del papa Francisco, que ha señalado este domingo 19 de noviembre como día en que la Iglesia debe recordar de manera muy especial a los pobres, para sensibilizar a toda la Iglesia, con su oración, cercanía y solidaridad, y subrayar esta opción preferencial por los pobres, como santo y seña de su identidad más propia.
La dedicación de este domingo a esta sensibilización por parte del papa Francisco constituye una llamada apremiante a la conciencia de los católicos a nuestra solidaridad, a nuestra actuación, y a nuestra esperanza. Es necesario llevar a la conciencia de todos nuestro ser «samaritanos» en medio de las nuevas pobrezas. En esto hay que poner todo nuestro empeño personalmente y como diócesis. Hemos de llevar juntos, como comunidad diocesana, un importante esfuerzo por combatir las nuevas pobrezas, ayudar a superar el paro promoviendo iniciativas para crear empleo, y mostrar el rostro de una Iglesia que fiel a su Señor anuncia y testifica con obras y palabras el Evangelio de los pobres y de los que sufren, y ofrecer y mostrar que es verdad su anuncio del Evangelio de la alegría, de la caridad y de la misericordia, porque hoy, en Valencia, los pobres son evangelizados, los cristianos y las instituciones de Iglesia -todas- estamos en la vanguardia de mostrar verdaderos signos de caridad y justicia.
Pido a toda la diócesis e imploro de Dios que nos conceda a toda la diócesis, que de verdad nos dediquemos de manera muy preferencial al ejercicio de la caridad en todas sus dimensiones, también en su dimensión política. Se nos abre un gran panorama para ejercitar la señal que identifica a los cristianos: la caridad. Habremos de poner todo nuestro empeño en la imaginación y la creatividad de la caridad, para ejercitarnos en esta caridad. No sólo la jornada del domingo, sino todo el año, y siempre. Al menos comencemos con el año 2018. Sea tiempo para la caridad preferente para con los pobres, para la oración por ellos y para la Eucaristía, en su favor, de suyo inseparables.
Gracias a todos. Ojalá escuchemos la voz del Señor que nos llega a través del papa Francisco. Mo endurezcamos nuestro corazón, abramos nuestras puertas a los más necesitados.