E.ALCAYDE | 12-07-2019
Devak Sada se ha integrado en su comunidad, gracias a un microcrédito con el que ha comprado dos cabras. (FOTO: FONTILLES)
Devak Sada tiene 50 años. Acaba de comprar dos cabras con un microcrédito, que le ha permitido salir de la marginación social, de la vida en la calle, y ha conseguido integrarse en su comunidad.
La detección precoz de la lepra y la atención sanitaria van a evitar que Ram Lalit Sasha sufra discapacidades y deformidades, que le condenen a un futuro de marginación social. Tiene 14 años.
Y a Pasupati Mahato, una operación de cirugía reconstructiva le ha permitido volver a caminar y trabajar en un terreno. Además trabaja como voluntario en su comunidad para concienciar sobre la lepra y sus consecuencias.
Ellos son solo tres ejemplos de la labor que lleva a cabo la asociación valenciana Fontilles, en su lucha contra la lepra.
Durante el 2018 Fontilles llevó a cabo 29 proyectos de cooperación sanitaria internacional, que permitieron atender a un total de 289.939 personas.
Las acciones ayudaron a combatir la lepra, el mal de chagas, la úlcera de Buruli, la filariasis linfática y otras enfermedades desatendidas en once países de África, América Latina y Asia, “en los que también se fomentaron iniciativas de prevención de discapacidades, rehabilitación física y socioeconómica, y salud materno-infantil y comunitaria”, según los datos Fontilles en su balance anual.
Las 29 iniciativas se desarrollaron a través de 23 socios locales y contaron con una aportación global de 848.967 euros, procedentes de donantes de Fontilles y las aportaciones públicas y privadas.