M.L. VIVES| 17-12-2014
Cerca de 300 jóvenes de diferentes localidades de la archidiócesis de Valencia partirán el próximo 27 de diciembre hacia Praga en varios autobuses para participar en el encuentro internacional de Taizé. Hasta llegar a la capital Checa les esperan 25 horas de viajes atravesando media Europa hasta llegar a Praga donde encontrarán como máximo 5 grados de temperatura. Por otro lado, una decena de jóvenes partirán también en avión para organizar los preparativos del encuentro.
Sergio Pelarda, miembro de Acogida Taizé Valencia asegura que “la verdad es que nosotros estamos súper sorprendidos porque desde hace unos años cada vez somos más valencianos los que vamos a estos encuentros”. “De la diócesis estamos muy distribuidos, los jóvenes venimos de parroquias de las comarcas de La Marina o de la Ribera, entre otras, y esto hace que el viaje sea mucho más rico y que surjan otras actividades conjuntas a parte del encuentro”, añade.
Una vez en Praga serán acogidos por familias que ofrecerán sus casas para que los jóvenes puedan pasar la noches del encuentro que comenzará el próximo 29 de diciembre y se prolongará hasta el día 2 de enero.
La jornada de los jóvenes en el encuentro de Praga comenzará a las 8:30 horas con una oración en las diferentes parroquias. Allí se reunirán pequeños grupos de unas 10 personas de diferentes nacionalidades. En un mismo templo pueden llegar a haber jóvenes de varios países. Tras la oración matutina los grupos de jóvenes se reunirán y compartirán sus experiencias con las vivencias de la fe en sus diferentes países. “Te llena mucho empatizar con otros jóvenes y al mismo tiempo conocer lo que en otros sitios se está viviendo”, añade Sergio.
A las 12 horas los participantes compartirán la comida y posteriormente se celebrará, también en las parroquias una oración. Por la tarde, empezarán los talleres con los que se pretende que los jóvenes conozcan la ciudad de Praga.
Finalmente, a las 18:30 horas los participantes cenarán y se reunirán en la Feria de Muestras donde todos juntos compartirán la oración final. Una vez termine la oración, los jóvenes se dirigirán a sus casas de acogida donde les esperan sus familias.
“Para mi los mejores momentos del encuentro son las oraciones de la tarde y cuando llegas a la casa que tienes a la familia esperándote con una alegría espectacular”, explica.
Para Sergio uno de los aspectos más destacables que ha visto en otros encuentros y que está seguro que se repetirá en este es la paz que transmiten los jóvenes de Ucrania. “Se nota que han sufrido mucho por las situación en su país pero tienen una actitud de reconciliación muy fuerte, tanto ellos como otros jóvenes rusos”.
 

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