REDACCIÓN 2-11-2016
El próximo mes de marzo, del 5 al 17, tendrá lugar una gran peregrinación desde Valencia a Tierra Santa, Turquía y Roma. Un encuentro con las tres grandes religiones monoteistas, con el lema ‘Los hijos de Abraham, peregrinos de un único Dios’.
La realización técnica de esta peregrinación ha sido confiada a Viajes Engrupo. La supervisión y preparación de los actos religiosos y contactos con los máximos representantes de las tres religiones en Jerusalén, Estambul y Roma la dirigirá Vicente Collado por encargo del cardenal Cañizares, Arzobispo de Valencia. Se trata de una peregrinación con un número limitado de participantes (180) por lo que los interesados deben inscribirse cuanto antes.
Sentido de la peregrinación
Sobre el significado de esta peregrinación, Vicente Collado nos remite las siguientes reflexiones:
“Antes que Abraham yo ya era. Así se expresa Jesús ante los judíos que invocan el nombre de Abraham para intentar reducir su autoridad. Jesús no tiene autoridad por ser descendiente de Abraham sino por ser el portador del verdadero mensaje del Creador: devolver al ser humano su condición de imagen y semejanza de Dios. El hombre tendrá que salir de su espacio terrenal para participar plenamente de la vida que Dios le ofrece.
La vocación de Abrahán es el comienzo temporal de esa peregrinación, de esa salida de la tierra, de su país, hacia el destino glorioso que el Creador ha regalado a sus criaturas humanas. En la respuesta de Abrahán se hace historia el designio del Creador al introducir la fe como guía de ese caminar en medio de la incertidumbre que asedia la vida humana.
Es Abrahán el primer hito histórico que podemos fijar en espacio y tiempo de ese designio salvífico del Creador. El es el patriarca natural de todos aquellos pueblos que adoran al Dios Único que le hizo salir de su tierra e iniciar esa peregrinación en busca de la tierra prometida.
Al proponernos peregrinar y visitar los lugares históricos que con mayor fuerza nos hagan sentirnos unidos a todos los creyentes monoteistas hemos elegido tres ciudades emblemáticas de la fe de todos aquellos que se consideran descendientes de Abrahán. Las dificultades y riesgos que esta peregrinación entraña no son superiores a esa incertidumbre que Abrahán superó al fiarse del Altísimo.
Trataremos de vivir intensamente la fe de Abrahán sin temor de que nuestras fórmulas diversas, pero siempre unidas en la esperanza de que sean gratas al Dios Único, impidan orar y adorarLe allí donde El dejó sus huellas a lo largo de la historia”.