Un año más, cientos de personas hicieron cola desde la madrugada en la Plaza de la Virgen para participar en el besamanos a la patrona de Valencia, ante su imagen procesional. Todo comenzó a las 7 de la mañana, al abrir sus puertas la Basílica de la Virgen de los Desamparados aunque la primera devota que cruzó la puerta de la Basílica acumuló casi cuatro horas de espera.
La imagen procesional de la Virgen de los Desamparados fue ubicada a la entrada del presbiterio de la Basílica en el centro del altar mayor, a la misma altura que las personas que se acercaban a besarle la mano. En esta ocasión, “la imagen de la Virgen viste un manto en color verde con estampado bordado que le ha regalado una familia de Benimàmet”, según indicó Juan Arturo Devis, presidente de la Hermandad de los Seguidores de la Virgen.