Redacción | 22-04-2015
El Papa ha pedido una “implicación mucho más amplia” de la comunidad internacional ante los continuas muertes de inmigrantes en el mar Mediterráneo cuyas embarcaciones naufragan en su intento de llegar a las costas europeas.
Al recibir el pasado día 18 en audiencia al presidente de la República de Italia, Sergio Mattarella, Francisco se refirió a ello: “Deseo expresar mi gratitud por el esfuerzo que Italia está realizando para acoger a numerosos inmigrantes que, arriesgando su vida, solicitan acogida”, dijo al mandatario Y añadió: “Es evidente que las proporciones del fenómeno requieren una implicación mucho más amplia. No debemos cansarnos de solicitar un empeño más extenso a nivel europeo e internacional”.
Además, después del rezo del Regina Coeli el pasado domingo, el Obispo de Roma aludió a la tragedia de ese mismo día por el mortal naufragio de una embarcación en la que viajaban entre setecientos y novecientos inmigrantes desde las costas de Libia hacia Italia: “Están llegando a estas horas noticias sobre una nueva tragedia en las aguas del Mediterráneo. Un barco lleno de migrantes naufragó a unos 60 kilómetros de la costa de Libia y se teme que haya cientos de víctimas. Expreso mi más profundo pesar ante esta tragedia y aseguro a los desaparecidos y a sus familias mi recuerdo en la oración”.
Francisco reiteró, asimismo, su llamamiento para que “la comunidad internacional reaccione con decisión y prontitud, para evitar que se repitan tragedias similares”. El Santo Padre manifestó que los náufragos “son hombres y mujeres como nosotros, hermanos nuestros que buscan una vida mejor, hambrientos, perseguidos, heridos, explotados, víctimas de guerras, que buscaban una vida mejor, buscaban la felicidad. Invito a orar primero en silencio y después todos juntos por estos hermanos y hermanas”.
Obispos españoles

Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Ricardo Blázquez, aludió a la tragedia al pedir recuperar “la compasión” y seguir “ejerciendo una verdadera solidaridad cristiana, a la par que reclamemos programas gubernamentales que vayan más allá de la preservación de nuestras fronteras”. El purpurado pronunció esas palabras el pasado lunes, dentro del discurso inaugural de la asamblea plenaria de la CEE celebrada esta semana.
El cardenal Blázquez hizo mención también a “la muerte provocada de algunos de esos inmigrantes precisamente por su condición de cristianos”, en referencia a otra embarcación en los días precedentes que trataba de llegar a las costas europeas.
Además, el presidente de la CEE destacó la importancia de “exigir respeto a la dignidad humana y a la libertad religiosa”, al nombrar el recrudeciiento de la persecución a los cristianos en distintos países.