L.A. | 14-10-2015
Santos y su esposa, con su hija Carmen. (Foto: PARAULA)Este domingo 18 de octubre, los padres de santa Teresa de Lisieux, los beatos Louis Martin y Zélie Guerin, serán canonizados en una ceremonia que presidirá el papa Francisco en el atrio de la plaza de San Pedro. Se trata de los primeros esposos, no mártires, en la historia de la Iglesia que alcanzan juntos la santidad.
El matrimonio será canonizado tras el reconocimiento de un segundo milagro atribuido a su intercesión en una niña valenciana que hoy cuenta 6 años y que participará, junto con su familia y las religiosas Carmelitas de Serra, en la ceremonia de canonización. En el momento de las ofrendas, será la propia niña, Carmen, la que portará y entregará al Papa la urna con las reliquias de los nuevos santos.
Louis y Zélie Martin fueron beatificados el 19 de octubre de 2008 por Benedicto XVI. Casados en 1858, el matrimonio tuvo nueve hijos, de los cuales cinco siguieron la vida religiosa.
Con motivo del Sínodo sobre la familia, las urnas con las reliquias de santa Teresita del Niño Jesús y sus padres están siendo expuestas para la veneración de los fieles en la Capilla de Nuestra Señora Salus Populi Romani, devoción mariana a la que el papa Francisco ha encomendado los frutos de los trabajos sinodales y las familias de todo el mundo. Hasta el 25 de octubre, se podrá rezar ante ellas en la Basílica de Santa María Mayor, de 7 de la mañana a 7 de
– ¿Qué ambiente se vive en vuestra casa estos días antes del viaje a Roma?
– Estamos a la vez muy contentos y con mucho trabajo para tenerlo todo a punto para irnos para allá. Cualquier viaje siempre requiere preparativos. Vienen además los cuatro abuelos y otros familiares, aunque otros no podrán acudir por enfermedades, pero seguro que estarán con nosotros ese día en la oración.
– ¿Y Carmen, cómo lo está viviendo todo esto?
– Está fantástica, fenomenal; ahí con su colegio, con sus deberes, sus cosas y, nada, fenomenal. De vez en cuando, ahora que han salido imágenes del papa Francisco en el Sínodo de la Familia hemos aprovechado para decirle más cercanamente: “¡Mira, es el Papa y lo vas a ver!”. Ella está ilusionadísima.
– También viajan religiosas del monasterio de San José y Santa Teresa de Serra las que os encaminaron a rezar a los padres de santa Teresita. ¿Cómo habéis vivido todo esto con ellas?
– Desde luego, forman parte ya de la familia. Como dice Carmen: “Son mis tías del monasterio”. Hay unos lazos muy fuertes y siempre están colaborando en lo que pueda ser con nosotros y nosotros con ellas en todo lo que pueda ser para ayudar a otras personas que puedan tener necesidades. Que su fuerza, que es la oración, pueda llegar a esas personas que lo necesitan. Y puedo decir que conocemos casos en los cuales esa oración sí que ha llegado de forma muy clara a esas personas también.
– ¿Qué os han indicado ya del Vaticano sobre cómo será la celebración del domingo?
– Nos han citado ya para la víspera, el sábado por la mañana para hacer un pequeño ensayo. Por la noche del sábado acudiremos a una vigilia de oración de la iglesia de Santa Teresa. Y el domingo, en la misa de canonización, Carmen, junto con el niño italiano en que se obró el primer milagro, Pietro, participarán con nosotros, los padres, en la ofrenda en el momento de presentar al Papa las reliquias de los padres de santa Teresita.
Al fin de semana siguiente estaremos en Lisieux, en Francia, donde una vez canonizados, se hará en la Basílica de Santa Teresita una misa de acción de gracias a los nuevos santos lógicamente.
– ¿Para qué desearías que sirviera el milagro de tu hija?
– Para aumentar la fe. Que sea un mensaje de esperanza para demostrar que Dios está aquí y nos ayuda. Las personas que reciben estos milagros son personas normales; Carmen es una niña normal, no tiene nada especial, pero el hecho que se ha producido en ella sí que es muy especial. El Señor quiera que se aumente la fe en Valencia y en España entera.