B.N. | 2-11-2017
El movimientos diocesano juvenil Juniors vivirá el próximo fin de semana uno de sus días más importantes. Considerado ya como el “evento del año” decenas de voluntarios y voluntarias ya han comenzado a trabajar en las diferentes experiencias y actividades que llenarán la ‘trobada’ de educadores 2miliPico.
El 2miliPico, que se celebrará los próximos 11 y 12 de noviembre, va tomando forma y tras el final del plazo de las inscripciones, ya se sabe el número total de asistentes que podrán disfrutar de este evento único. “El éxito ha sido más que notable, pues hasta 1.200 personas se han inscrito como participantes y voluntarios del evento”, informan fuentes de la organización de Juniors MD.
La jornada arrancará el mismo sábado por la tarde, en torno a las 16:30, en el Seminario Mayor de Moncada con la acogida y la acreditación que dará paso a la presentación de este encuentro 2miliPico. Los asistentes a la ‘trobada’ podrán disfrutar “de distintas experiencias de fe, espacios de crecimiento personal y momentos de ocio”, explican.
Con la caida de la tarde se celebrará una vigilia de oración y ya de noche, el músico Álvaro Fraile amenizará con sus canciones a los asistentes.
El domingo será un día especialmente emotivo y lleno de recuerdos porque se realizará el acto conmemorativo por el 35 aniversario del moviento en la diócesis y con los reconocimientos a todos los centros Juniors que forman esta gran familia.
A ellos se unirá la entrega del Premio Sant Maure, un galardón que distingue a personas o instituciones que potencian el estilo de vida cristiano.
La jornada culminará con una gran paella para los más de mil asistentes que se esperan para ese día.
Dese Juniors MD nos dan un consejo: “Con pañoleta en mano, estate preparado, pues el 2miliPico ya está aquí”.
Primera edición
La primera edición de la ‘Trobada 2miliPico’ se celebró en el año 2011. En aquella ocasión el Colegio Imperial de Niños Huérfanos fue el que acogió el gran encuentro de educadores Juniors MD. Se trató en aquel momento, y se mantiene este espíritu, de “cuidar a nuestros educadores, ofreciendo un ambiente de reflexión y escucha, para compartir las realidades de los diferentes grupos, aportar experiencias y proponer iniciativas”, a lo largo de un fin de semana en el que “se suspende la actividad de los grupos, para contar con la mayor participación posible de educadores”, según explican fuentes de la organización.