CARLOS ALBIACH | 17-11-2017
Numerosos vecinos de Nazaret asistieron a la misa presidida por el Arzobispo. (FOTO: ALBERTO SÁIZ)Según un estudio de diagnóstico social del Ayuntamiento de Valencia de 2016 la institución más valorada por los vecinos del barrio valenciano de Nazaret es la parroquia Ntra. Sra. de los Desamparados. Estos datos ponen de manifiesto la importancia que tiene la parroquia en este barrio marítimo, donde hay una realidad social en la que se encuentran familias en riesgo de exclusión. La parroquia celebró el pasado sábado 11 una eucaristía presidida por el arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, para dar gracias por sus 75 años de historia. 75 años en que ha sido el verdadero corazón del barrio.
La parroquia fue erigida en 1941 en el arreglo parroquial que hizo el entonces arzobispo de Valencia, Mons. Prudencio Melo. En este arreglo se crearon más de 25 parroquias nuevas para adaptarse al crecimiento demográfico de la ciudad. Los vecinos del barrio de Nazaret pertenecían desde 1903 a la parroquia Purísima Concepción de La Punta aunque el la atención pastoral la realizaban desde la parroquia Santa María del Mar en un ermita del siglo XVIII que había en la zona.
Aunque se erigió en 1941 no sería hasta un año después cuando su primer párroco, Eduardo Gual, comenzó su tarea pastoral. La parroquia, que se estableció en la ermita, comenzó con muy pocos medios por ser los años de la postguerra. Además era un barrio humilde en la que la mayoría eran pescadores. De hecho, en esa época las fiestas en honor a la Virgen de los Desamparados eran costeadas en su mayoría por las personas que venían a veranear a la antigua playa de Nazaret.
Uno de los momentos más duros para la parroquia fue la riada de 1957, que anegó por completo el barrio. Esta riada dejó en ruinas la antigua ermita. A pesar de esa situación la parroquia con su párroco a la cabeza se desdeñó en ayudar a los afectados repartiendo mantas, comida y otro tipo de ayuda que recibían del ayuntamiento y del arzobispo de Valencia Mons. Marcelino Olaechea. El nuevo templo se levantó en 1962.
La parroquia tiene como titular a la Virgen de los Desamparados, a la que se le tiene desde mucho antes de la creación de la parroquia gran devoción. Ya la antigua ermita estaba dedicada a la patrona de Valencia. Su imagen original fue destruida en la persecución religiosa en 1936, por lo que la actual es de 1940. Esa devoción a la Virgen se ve sobre todo en las fiestas a finales de mayo. También se ha visto en las visitas que la imagen procesional a la Virgen ha realizado al barrio.
Hoy, como explica el párroco, Antonio Quesada, “la parroquia es una pequeña comunidad cristiana muy vinculada al barrio”. Entre sus actividades acoge la pastoral de iniciación cristiana con grupos de catequesis de diferentes etapas y el grupo Scout Íter. La parroquia está regida por los Misioneros Redentoristas.
Sin duda uno de los aspectos más importantes de la parroquia es su pastoral social. Como detalla el párroco la acogida de Cáritas “tiene un gran volumen”. En este sentido, acoge un gran número de familias, un taller prelaboral en el que se forman mujeres, pisos tutelados para inmigrantes, entre otros proyectos. Además organiza un rastrillo en el mes de marzo y el último sábado de noviembre la fiesta solidaridad, a la que se unen todas las entidades del barrio.
“La parroquia tiene conciencia de estar enviada a servir y lavar la salvación de muchas personas que viven situaciones de extrema vulnerabilidad”, explica Quesada. Aún así, el sacerdote destaca que no tiene que ser una mera atención asistencial, sino que hay que “crear procesos de liberación y potenciación de las personas para que asuman las riendas de su vida”. Por ello además trabajan en red con otras entidades.
“La parroquia se siente el alma y el corazón del barrio”. Así explica su párroco cómo la parroquia está presente en todas las plataformas vecinales y hace de columna vertebral en muchas iniciativas.
Colegio diocesano
Uno de los proyectos del colegio es su colegio diocesano. Una idea que surgió en 1956 y que es heredero del proyecto de la Ciudad de los muchachos, en las que se educaba a los niños y jóvenes a través del deporte. Surgió tras una visita pastoral en la que el obispo auxiliar al pasear por le barrio vio a muchos niños sin escolarizar. Hoy tiene 366 alumnos de 30 países diferentes y lleva a cabo el ambicioso proyecto NSD+, en el que ayudan a los niños y jóvenes del colegio.