Carlos Albiach | 26-07-2017
El próximo 6 de agosto, como todos los años, la pedanía valenciana de El Palmar celebrará su día grande: la fiesta del Cristo de la Salud. Sin embargo, este año será más especial, puesto que abrirán el Año Santo Jubilar del Cristo de la Salud. Un año, por tanto, en el que el Cristo estará más presente si cabe en la vida de este poblado situado a la pies del lago de la Albufera. Con la apertura de este Año Santo la parroquia Jesuset del hort, donde se venera el Cristo, quiere convertirse en lugar de peregrinación de todo aquel que lo desee.
En la romería del Cristo a la Albufera del año pasado el arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, anunció que iba a pedir a la Santa Sede la celebración de un Año Santo con el que culminar una serie de celebraciones especiales que se habían vivido en 2016 en torno al Cristo: el 75 aniversario de su imagen actual, el 75 aniversario de la parroquia, la visita de la imagen procesional de la Virgen de los Desamparados a la pedanía y la peregrinación del Cristo de la Salud a la Basílica de la Virgen días después.
La apertura del Año Santo, por tanto, tendrá lugar este próximo 6 de agosto con una misa solemne en la parroquia a las 11.30 h presidida por el arzobispo de Valencia. Ese mismo día, a las 21 h., la procesión recorrerá las calles de El Palmar. Un acto que como apunta el párroco, Gonzalo Albero, “se caracteriza por la profunda devoción con lo que lo viven los vecinos”. Dos días antes, el 4 de agosto a las 18 h., se celebrará como es tradición desde 1976, la romería del Cristo de la Salud en el lago de la Albufera.
Tiempo de gracia
Este Año Santo, como apunta el párroco, quiere ser “un tiempo de gracia y de renovación para toda la parroquia”. Pero también quiere ser una oportunidad para abrir las puertas de la parroquia a toda la diócesis para que diferentes grupos, movimientos y parroquias puedan ganar la gracia jubilar y obtener la indulgencia plenaria. “Que sepan que a El Palmar además de venir a disfrutar del paisaje y de la gastronomía de la zona se puede venir a rezar”, apunta el sacerdote.
Peregrinaciones
Para ello a lo largo de este Año Santo todos los días 6 del mes se celebrará a las 19.30 h. una misa jubilar en honor al Cristo de la Salud. Asimismo, cabe la posibilidad de celebrar de lunes a sábado a las 12 h. la misa del peregrino cuando grupos o parroquias lo soliciten. Para enriquecer la vivencia del Año Santo se han preparado varios itinerarios de peregrinación a lo largo del Palmar. Uno recorre las estaciones del vía crucis que hay a lo largo de la pedanía. También otro que se realiza desde la entrada del pueblo hasta la misma parroquia. Además, cabe la posibilidad de celebrar la renovación de las promesas bautismales en el ‘lluent’ de la Albufera y hacer un recorrido en barca por el lago similar al que se realiza el día de la romería.
La parroquia ha preparado para estas peregrinaciones un kit del peregrino que incluye un libro sobre la devoción al Cristo de la Salud y una pequeña reseña con los puntos de oración, así como una vela, una estampa y la credencial del peregrino. Además ha dispuesto la página web de la parroquia (parroquiaelpamar.es) y las redes sociales para facilitar estos materiales y anunciar los diferentes eventos. En esta página también se encontrarán los datos para apuntarse y poder organizar la peregrinación.
Asimismo, la parroquia tiene previsto realizar diferentes actividades a lo largo de todo el año como un concierto para jóvenes o charlas cuaresmales. Además cada grupo parroquial celebrará su jubileo particular y todos juntos lo celebrarán en el mes de abril. También se instalará en el mismo tiempo parroquial una exposición fotográfica.
Acción caritativa
Asimismo, todos los donativos que se recojan en las peregrinaciones jubilares a lo largo del año serán destinadas al proyecto de Manos Unidas que ayuda a niños en situación de vulnerabilidad en la India, concretamente en el norte del estado de Karnataka. Este proyecto beneficiará a 40 personas de manera directa y a unas 200 indirectamente, tal y como informan desde la delegación de Manos Unidas en Valencia.
Devoción en barcas, huertas y casas
La devoción entre los miembros de la comunidad de pescadores de El Palmar es unánime. (Foto: Alberto Sáiz)Cuando la parroquia del Niño Jesús del Huerto de El Palmar tiene abiertas sus puertas, además de los turistas que llegan a este pedanía atraídos por sus paisajes, es frecuente ver a algún vecino que aprovecha que pasa por ahí para entrar y rezar o tener un momento de recogimiento ante el Cristo de la Salud. Es un ejemplo de la amplia devoción que se le tiene en ‘la isla’, como denominan los mismos vecinos a la zona. “El amor por el Santísimo Cristo de la Salud es muy notable, cada casa tiene una estampa, un cuadro, que hace presente en cada corazón y casa la imagen del Cristo”, destaca el párroco, Gonzalo Albero.
María Soler es de familia de pescadores y ella misma ha heredado este oficio. Cuando habla del Cristo de la Salud no puede evitar que le salten las lágrimas. “Para mí el Cristo es mi medicina”, cuenta. A ella esta devoción se la transmitió especialmente su abuela y su padre. María, que es catequista en la parroquia, se encomienda a “su Cristo” constantemente pero especialmente en los momentos más duros de su vida. Uno de esos momentos fue cuando su padre murió cuando era pequeña. “El sacerdote de la parroquia me ayudó mucho en ese momento y yo me encomendé al Cristo”.
Otro momento donde su fe en el Cristo le dio sosiego y fuerza fue en los dos cánceres que ha sufrido. “Todo lo que le he pedido me lo ha concedido”, apunta. Además, recuerda que en el segundo tratamiento el día de la fiesta, el 6 de agosto, tenía quimioterapia y ella se acordaba del himno al Cristo, que dice que “donde se encuentre un hijo tuyo en los cuatro puntos de la tierra, estará junto a Ti en el día de Tu fiesta”. “En ese momento solo rezaba para poder llegar a poder celebrar algo ese día. Y al final pude”, relata.
La devoción de los pescadores al Cristo de El Palmar es indiscutible a pesar de que ellos también celebran a Ntra. Sra. de los Ángeles y a San Pedro, patrón de los pescadores. Amparo Aleixandre, secretaria de la comunidad de los pescadores, recuerda que ya de pequeña le invitaban a encomendarse al Cristo. “Todo El Palmar se encomienda”, matiza. En esta misma línea, Pepe Caballer, presidente de la comunidad, recuerda que la devoción entre los pescadores “es unánime”. Él, que también es portador del Cristo, lo tiene presente “sobre todo en los problemas”.
Uno de los días donde también está presente es el día grande de los pescadores, en el sorteo de redolins, que tiene lugar el segundo domingo de julio. “Antes del sorteo el párroco realiza una oración para que se bendiga nuestro trabajo”, cuenta el presidente.
Pepe también recuerda que fue su padre junto a otros vecinos, quienes durante la guerra escondieron el Cristo y otras imágenes de la parroquia entre el cañar de la Albufera.
La vinculación del Cristo de la Salud a El Palmar, como recuerda Pepe Bru, que también es pescador, viene cuando se empezó a formar el poblado y los pescadores empezaron a habitar allí. Además, recuerda que en desde el año 1976 cuando se vincula el Cristo al lago de la Albufera celebrando la romería. La idea surgió tras la visita de la imagen peregrina de la Virgen de los Desamparados un año antes, que fue sacada al lago por los pescadores. “Desde entonces se ha repetido año tras año este acto para que el Cristo bendiga las aguas, puesto que también necesitan salud porque ha habido años que han estado muy malitas”, recuerda.
Carmen Serrano además de profesora de Religión es pescadora, oficio que le vino de la familia de su marido, y que comparte con él y con sus hijas. Ella recuerda que el día de la fiesta del Cristo es el día más importante a la pedanía: “No falta nadie a las celebraciones”. Además, recuerda que es un orgullo poder salir como clavario o camarera del Cristo. “Nadie diría que no a ser porque es un gran privilegio”, destaca.
Los mayores de El Palmar también recuerdan como la devoción al Cristo viene de tiempo inmemoriales. Así lo atestigua Jesús Peris, pescador ya jubilado: “para nosotros el Cristo de la Salud no se puede comparar con nada. Es la vida, lo es todo”. “Siempre le he pedido todo y habló con él”, añade. Antonio Máñez también apunta que el Cristo, “es el mismo Dios que me ha ayudado desde que nací y la parroquia es mi primera casa”. “Por todo ello yo siempre le doy gracias”, añade.

“Todo pescador se pone a sus pies”

Jaime Soler, que fue pescador en su juventud, tiene 73 años y, como recuerda orgulloso, lleva desde los quince años bajando el Cristo para los actos. “Él es el guía y aquí todo pescador se pone a sus pies”, cuenta. Jaime, que siempre lleva una imagen del Cristo junto a los gozos en su bolsillo, recurre al Cristo constantemente. “Yo lo conozco pero sobre todo él me conoce a mi”, destaca. Al Cristo, cuenta, encomienda a los enfermos, como es el caso de su mujer en la actualidad.
Este vecino recuerda entre lágrimas un “día histórico”: el 25 de julio de 2016, día que portaron el Cristo de la Salud por las calles de Valencia hasta la Basílica de la Virgen de los Desamparados.