L.B. / 19-06-14
Mª Carmen Parada enseña a los chicos a cocinar. A.SAIZ
Falta poco para las 8:30 horas de la mañana. Un numeroso grupo de jóvenes se va congregando ante el número 31 de la calle Caballeros, de Valencia. Hablan entre ellos y se ríen, organizando un cierto ‘barullo’. Son los alumnos de los distintos talleres de la Casa de los Obreros San Vicente Ferrer, que van a empezar su jornada.
Entre ellos los hay que estudian para ser camareros, ayudantes de cocina o administrativos, pero todos tienen algo en común: son personas con necesidades educativas especiales o discapacitados. Gracias a los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) o talleres de formación laboral que ofrece esta asociación católica a colectivos con dificultades de inserción, estos jóvenes están labrándose un futuro laboral.

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