Eduardo Martínez | 3-01-2019
Nº1 de nuestra publicación, bajo la cabecera entonces de IGLESIA EN VALENCIA (31-V-1987).
El 31 de mayo de 1987 salía a la calle el primer número de nuestro semanario. Aquel día se celebraba la XXI Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, impulsada por la Iglesia y en la que el papa Juan Pablo II pedía a los periodistas y comunicadores ponerse “al servicio de la justicia y de la paz”, como rezaba el lema de la jornada de aquel año. 31 años después, en concreto este domingo, 30 de diciembre de 2018, PARAULA edita su número 1.500.
Durante estas tres décadas, nuestro semanario ha podido reflejar una infinidad de acontecimientos, iniciativas y testimonios de la Iglesia –principalmente la que peregrina en Valencia– en cuya base está la promoción de aquellos valores humanos y cristianos que invocaba el santo pontífice. Y así, por ejemplo, si en aquellos albores de nuestro semanario uno de los temas centrales era el Sínodo Diocesano Valentino, celebrado en 1987 con el empeño de actualizar e intensificar el anuncio del Evangelio, en este año 2018 conmemoramos con un Año Santo Jubilar a una figura tan propia de la Iglesia en Valencia y tan insigne en la evangelización como san Vicente Ferrer, en el sexto centenario de su muerte.
Una respuesta desde la Iglesia a la ‘sociedad de la información’
Para responder mejor desde la Iglesia a los desafíos de la llamada ‘sociedad de la información’ y a la profunda transformación en las relaciones humanas y sociales que traía ya entonces consigo la amplísima proliferación de medios de comunicación, se creó en 1985 una primera publicación diocesana en Valencia, llamada ‘Iglesia en Valencia’. De aquel boletín informativo se publicaron una decena de números, con periodicidad mensual. Dirigido por el entonces delegado diocesano de Medios de Comunicación, el sacerdote Manuel Plana, contenía ocho páginas, editadas en formato revista y a dos tintas.
Primera portada con la nueva cabecera de
PARAULA-IGLESIA EN VALENCIA (3-X-1999).
Aquel fue el embrión de nuestra publicación, cuyo nacimiento se produjo propiamente dos años después, en 1987. Fue fundada por el arzobispo Miguel Roca con el mismo nombre que su antecedente inmediato, ‘Iglesia en Valencia’. Apareció como periódico (papel prensa, tamaño A3), con periodicidad semanal y un precio de 35 pesetas. El nuevo semanario contó con la coordinación inicial del sacerdote Francisco Ferrer Luján, quien años después sería pro vicario general de la diócesis. En 1988 fue nombrado director el sacerdote José Verdeguer, que ejerció esta función hasta 1999.
Ese año, el semanario introdujo una profunda transformación, impulsada por el arzobispo Agustín García-Gasco. La cabecera incorporó el nombre de ‘Paraula-Iglesia en Valencia’, que se mantiene vigente hasta hoy. Se duplicó el número de páginas –a color desde entonces–, lo que permitió la inclusión de grandes reportajes, así como un uso extenso de la fotografía como elemento informativo y evangelizador, un factor facilitado por la irrupción del tratamiento digital de imágenes.
Diario oficial de la visita del Papa
Durante nueve días, nuestro semanario se convirtió en diario por la visita del Papa (portada 9-VII-2006).
Uno de los hitos más destacados de aquella época fue la cobertura de la visita del papa Benedicto XVI a Valencia con motivo del V Encuentro Mundial de las Familias (EMF), que se celebró del 1 al 9 de julio de 2006. Nuestro semanario se convirtió durante ese lapso de tiempo en el diario oficial del evento. Cada día, salió a la calle una edición de PARAULA, traducida a varios idiomas y distribuida de forma gratuita a las miles de personas que participaron en el EMF. Aquellos años fueron capitaneados como director por Francisco Pastor.
En 2010, cogió el relevo el actual director, Luis Mª Agudo. Esta última etapa, ya bajo los pontificados de los arzobispos Carlos Osoro, primero, y Antonio Cañizares, después, desde 2014, ha traído a la publicación un nuevo aumento en el número de páginas, pasando de las 24 que eran habituales a las 32.
Otro factor importante en el desempeño de PARAULA en esta época ha sido la intensificación en el uso de las nuevas tecnologías de la información, para adaptarnos de ese modo a las nuevas tendencias del público. La creciente recurrencia, así, a la página web o el uso de las redes sociales son, de hecho, un preludio de nuevas transformaciones que, a buen seguro, irá acometiendo nuestro medio para hacer llegar de forma más eficaz el mensaje del Evangelio a todos.