Asistentes a la misa previa de la Jornada Lateranense del Pontificio Instituto Juan Pablo II, celebrada en la capilla de la sede de Sta.Úrsula de la UCV.
REDACCIÓN | 26-11-2014
“Ser un centro de excelencia, de referencia para los estudios sobre el matrimonio y la familia”. Ése fue el deseo que el arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, expresó para el Pontificio Instituto Juan Pablo II, durante la denominada ‘Jornada Lateranense’, con la que se abrió el curso 2014-2015 de la institución.
La jornada se celebró el pasado lunes en la Universidad Católica de Valencia ‘San Vicente Mártir’ (UCV), con la participación de numerosos profesores, alumnos y exalumnos del Instituto. En la misa previa al acto académico, el cardenal Cañizares manifestó también que “la razón de ser” de la UCV (universidad de la que es gran canciller) y del Pontificio Instituto es “ser Iglesia”.
En su homilía, el purpurado explicó, además, que “a la luz de Jesucristo”, la familia, al igual que el hombre y la propia Iglesia, “encuentra todo su sentido”. Asimismo, subrayó que “estamos llamados a una purificación, a una renovación muy grande” en el mundo, en la sociedad y en la Iglesia. “Una renovación -añadió- que vendrá por vivir en fidelidad y en comunión con la Iglesia, de Pedro y con Pedro”.
Posteriormente, en la clausura del acto académico, el cardenal Cañizares evocó con agradecimiento a quien fuera arzobispo de Valencia, cardenal Agustín García-Gasco, por su “gran empeño de que fuese realidad este Instituto [creado por san Juan Pablo II en 1981 y cuya Sección Española tiene su sede en Valencia desde 1994, siendo don Agustín arzobispo de la diócesis valentina]. “Soy testigo privilegiado -agregó el cardenal Cañizares- de las dificultades que hubo que vencer y el empeño que puso don Agustín”. Igualmente, el purpurado agradeció a monseñor Juan Antonio Reig, actualmente obispo de Alcalá de Henares y vicepresidente de la Sección Española del Juan Pablo II, “que este Instituto sea una realidad y que sea una realidad viva”.
El cardenal Cañizares concluyó su intervención con unas palabras que le dijo el papa emérito Benedicto XVI antes de su partida del Vaticano para tomar posesión de la diócesis de Valencia el pasado mes de octubre: “Me habló del matrimonio y la familia, los sacerdotes y la Eucaristía”, como “realidades que hay que cuidar”.
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