REDACCIÓN | 20-07-2016
Condenando una vez más tales actos, el Papa expresa su profundo dolor y su cercanía espiritual al pueblo francés”. Una nueva tragedia terrorista golpeó el pasado 14 de julio Francia. Esta vez fue la ciudad costera de Niza. Una gran multitud estaba reunida para ver los fuegos artificiales por la celebración de la fiesta nacional cuando un camión irrumpió en la calle atropellando a los presentes. Más de 80 fallecidos y decenas de heridos graves.
El Santo Padre quiso estar cerca de las personas que han sufrido la tragedia, enviando un telegrama al obispo de Niza, monseñor André Marceau, firmado por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado. “Mientras Francia estaba celebrando su fiesta nacional, una violencia ciega ha golpeado Niza, causando muchas víctimas, sobre todo niños”, señala el Pontífice en su mensaje.
El Papa confía a la misericordia de Dios a todos aquellos que han perdido la vida y se une “fuertemente al dolor de las familias en luto”. Del mismo modo se hace cercano a los heridos y a todos aquellos que han contribuido a las tareas de rescate y pide al Señor “sostener a cada uno en esta prueba”. Finalmente implorando a Dios “el don de la paz y de la armonía” mandó a Francia la bendición de Dios.
Además, desde la cuenta oficial de Twitter del Santo Padre, envió también un mensaje: “Rezo por las víctimas del atentado en Niza y por sus familiares. Pido a Dios que convierta el corazón de los violentos cegados por el odio”.
¿Qué puedo hacer?
Además, el Papa llamó al ex alcalde de Niza, Christian Estrosi, para expresar su dolor por el ataque terrorista del pasado 14 de julio. Con la espontaneidad que caracteriza al Santo Padre, preguntó qué puede hacer para ayudar a los familiares de las víctimas, que recibirá lo antes posible en el Vaticano junto con una representación de la ciudad y de los socorristas que han dado asistencia a las víctimas.
Paolo Celi, presidente de ‘Amitiè France-Italie’, fue el enlace para contactar con el alcalde Estrosi. Esta asociación fue fundada en el 2012 e reúne a 410 mil italianos que viven en Francia y 4 millones de franceses de origen italiano.
“El papa Francisco –cuenta Celi– me llamó por la tarde a las 19, pidiendo disculpas por no hablar bien el francés. Lo primero que me dijo fue ‘¿qué puedo hacer por vosotros?’ Me ha prometido que se reunirá lo antes posible con las familias de las víctimas. Una llamada que me da un gran consuelo y es lo que se necesitaba para volver a empezar”, informó la agencia de noticias Adnkronos.