REDACCIÓN 2-11-2016
Uno de los principales actos del viaje del Papa a Suecia ha sido la oración ecuménica conjunta en la Catedral luterana de Lund. Allí,  Francisco y Martin Junge, Secretario general de la Federación Mundial Luterana, hablaron de la unidad de los cristianos. La visita se, que al cierre de esta edición de PARAULA estaba previsto que concluyera el 1 de noviembre, ha coincidido con la conmemoración de los 500 años de la Reforma y los 50 en el diálogo ecuménico entre la Federación Luterana Mundial y la Iglesia Católica.
“En este encuentro de oración, aquí en Lund, queremos manifestar nuestro deseo común de permanecer unidos a él para tener vida. Le pedimos: ‘Señor, ayúdanos con tu gracia a estar más unidos a ti para dar juntos un testimonio más eficaz de fe, esperanza y caridad’”, dijeron al comienzo del evento.
En la oración, ambos líderes también señalaron que “es también un momento para dar gracias a Dios por el esfuerzo de tantos hermanos nuestros, de diferentes comunidades eclesiales, que no se resignaron a la división, sino que mantuvieron viva la esperanza de la reconciliación entre todos los que creen en el único Señor”.
Martin Junge dijo en su sermón que “al ver a Jesucristo en medio nuestro, hemos comenzado a vernos de manera distinta”. “Reconocemos que es muchísimo más lo que nos une, que lo que nos separa. Somos ramas de una misma vid. Somos uno en el Bautismo. Por eso estamos aquí entonces, en esta conmemoración conjunta”.
A su vez, Francisco resaltó en su homilía que “católicos y luteranos hemos empezado a caminar juntos por el camino de la reconciliación”. Y declaró  que “no podemos resignarnos a la división y al distanciamiento que la separación ha producido entre nosotros”, destacando la “oportunidad de reparar un momento crucial de nuestra historia, superando controversias y malentendidos que a menudo han impedido que nos comprendiéramos unos a otros”.
El Papa dijo que la separación entre católicos y luteranos “ha sido una fuente inmensa de sufrimientos e incomprensiones” pero “también nos ha llevado a caer sinceramente en la cuenta de que sin él no podemos hacer nada, dándonos la posibilidad de entender mejor algunos aspectos de nuestra fe”.
Por último, indicó que “los cristianos seremos testimonio creíble de la misericordia en la medida en que el perdón, la renovación y reconciliación sean una experiencia cotidiana entre nosotros”.
Declaración conjunta
Al final de la oración, Francisco y Martin Jung firmaron una declaración en la que exhortan “a todas las comunidades y parroquias luteranas y católicas a que sean valientes, creativas, alegres y que tengan esperanza en su compromiso para continuar el gran itinerario que tenemos ante nosotros”.
“En vez de los conflictos del pasado, el don de Dios de la unidad entre nosotros guiará la cooperación y hará más profunda nuestra solidaridad. (…) Fundados en Cristo y dando testimonio de él, renovamos nuestra determinación para ser fieles heraldos del amor infinito de Dios para toda la humanidad”.