El Papa deploró el pasado domingo “el primer genocidio del siglo XX”, en referencia al que sufrieron los armenios y otros cristianos de Turquía hace un siglo. Francisco ofició ese día una misa en la basílica de San Pedro por los cien años del martirio armenio, ante miles de fieles que llenaron el templo, entre ellos el presidente de Armenia, Serz Sargsyan, y sus principales líderes religiosos.
El Obispo de Roma afirmó que la humanidad vivió en el siglo pasado “tres grandes tragedias y sin precedentes: la primera se considera generalmente como ‘el primer genocidio del siglo XX’ [en palabras escritas por Juan Pablo II y Karekin II, en la declaración conjunta de Etchmiadzin el 27 de septiembre de 2001]. Esa ha golpeado a vuestro pueblo armenio, la primera nación cristiana, junto a los católicos y los ortodoxos sirios, asirios, caldeos y griegos. Fueron asesinados obispos, sacerdotes, religiosos, mujeres, hombres, ancianos y niños e incluso enfermos e indefensos.
Los otros fueron los perpetrados por el nazismo y el estalinismo. Y más recientemente, ha habido otros exterminios de masa, como en Camboya, Ruanda, Burundi y en Bosnia”.
El Gobierno turco ha realizado una protesta formal por el hecho de que el Papa se haya referido a aquellos hechos en Armenia -en los que las fuerzas otomanas asesinaron a más de un millón y medio de personas- como “genocidio”, algo que Turquía siempre ha negado.
Francisco denunció, además, que actualmente “estamos viviendo un tiempo de guerra, un tercera guerra mundial ‘a trozos’, en la que asistimos cada día a crímenes despiadados, a matanzas sangrientas y a una locura de destrucción”.
Asimismo, Francisco proclamó durante la misa doctor de la Iglesia al teólogo y poeta san Gregorio de Narek, nacido en Andzevatsik (Armenia) entorno al año 950, y llamado “el san Agustín de los armenios”.