AGENCIAS 5-10-2016
Francisco, en la mezquita Heydar Aliyev de Azerbaiyán.
En su visita el pasado fin de semana a Georgia, durante su encuentro con  las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático del país en el palacio presidencial de la capital, Tiflis, el Papa afirmó que es urgente la paz entre distintas naciones y confesiones religiosas.
“Esto es tanto más necesario en el momento histórico actual, en el que no faltan también extremismos violentos que manipulan y distorsionan principios de naturaleza civil y religiosa para subordinarlos a oscuros diseños de dominio y de muerte”, dijo Francisco en su discurso.
El Santo Padre añadió su deseo de que “el camino de paz y desarrollo prosiga con el compromiso solidario de todos los miembros de la sociedad, con el fin de crear las condiciones de estabilidad, equidad y respeto a las leyes que favorezcan el crecimiento e aumenten las oportunidades para todos”.
Pero “este progreso autentico y duradero tiene como condición preliminar indispensable el pacífico entendimiento entre todos los pueblos y los Estados de la región”.
“En muchos lugares de la tierra, en efecto, parece prevalecer una lógica que hace difícil mantener las legítimas diferencias y controversias que siempre pueden surgir en un ámbito de confrontación y diálogo civil, donde prevalezca la razón, la moderación y la responsabilidad”.
El Papa afirmó que todos se deben preocupar primero “por la suerte de los seres humanos en su concreción” y realizar “con paciencia todo intento para evitar que las divergencias desemboquen en violencia, que puede causar enormes daños para el hombre y la sociedad”.
“Cualquier distinción de carácter étnico, lingüístico, político o religioso, en vez de ser usados como pretexto para transformar las divergencias en conflictos y los conflictos en interminables tragedias, puede y debe ser para todos fuente de enriquecimiento recíproco en favor del bien común”.
Por otro lado, el Papa agradeció la oportunidad de visitar el país, un “lugar de encuentro e intercambio vital entre culturas y civilizaciones, que ha encontrado en el cristianismo, desde la predicación de Santa Nino al inicio del siglo IV, su más profunda identidad y el fundamento seguro de sus valores”.
Encuentro interreligioso
Francisco extendió su visita apostólica a Azerbaiyán, donde mantuvo un encuentro interreligioso. Antes de su intervención, el Papa se encontró en privado con el jeque de los musulmanes en el Cáucaso, con quien intercambió algunos dones y con quien conversó durante algunos minutos.
Luego el líder islámico dirigió unas palabras al Pontífice en las que resaltó su preocupación por los migrantes, su condena al terrorismo y sus causas, y su rechazo a la xenofobia. También destacó el papel en la comunidad internacional y los esfuerzos de la Iglesia por la resolución de conflictos y la promoción de la paz, también en el Cáucaso.
Tras las palabras del jeque musulmán en la mezquita Heydar Aliyev, el Santo Padre resaltó ante los líderes islámicos, ortodoxos y judíos presentes que “las religiones tienen precisamente una gran tarea: acompañar a los hombres en la búsqueda del sentido de la vida, ayudándoles a entender que las limitadas capacidades del ser humano y los bienes de este mundo nunca deben convertirse en un absoluto”.