L.B. | 09-02-2012
El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, presidió ese mismo día por la tarde una de las celebraciones más numerosas en la iglesia San Juan de la Cruz de Valencia, en la que participaron representantes de numerosos institutos de vida consagrada y de las sociedades de vida apostólica de la archidiócesis.
En la homilía de la misa, el prelado exhortó a los religiosos y miembros de institutos seculares presentes en la archidiócesis valentina a “vivir con más fuerza, entusiasmo y alegría en un mundo difícil y que está cambiando”.
El Arzobispo animó a los religiosos que llenaban el templo valenciano a “mantener la fuerza profética de la vida consagrada”. Asimismo, les recordó que “no estáis solos ya que mucha gente os acompaña y admira”.
Además, monseñor Osoro agradeció la labor de los religiosos y manifestó que “os necesitamos en la vida activa y contemplativa así como en todos los lugares más difíciles de la sociedad”.
Igualmente, el titular de la archidiócesis valentina destacó la importancia de los fundadores de las órdenes, congregaciones e institutos seculares invitó a “mostrar su rostro en cada una de las casas de la diócesis”.
La ceremonia presidida por el Arzobispo, que coincide tradicionalmente con la festividad litúrgica de la Presentación del Señor, comenzó con la bendición de las candelas encendidas y la procesión de entrada al templo, donde, seguidamente, tuvo lugar la eucaristía con la renovación por los consagrados y consagradas.
La Jornada Mundial de la Vida Consagrada, que lleva este año como lema ‘Ven y sígueme. Vida Consagrada y Nueva Evangelización’, fue promovida por Juan Pablo II en 1996.
Este año la jornada hace referencia al próximo Sínodo de Obispos que se celebrará en octubre en Roma sobre ‘La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana’, así como a la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud del pasado agosto en Madrid.