Cuaderno distribuido por el Arzobispado de Valencia.


B.N. | 16-02-2012
El Arzobispado de Valencia, a través de la Vicaría de Acción Caritativa y Social y la de Evangelización, ha publicado los cuadernos de Cuaresma y de Pascua, destinados a parroquias, colegios, comunidades religiosas y familias para preparar estos dos tiempos litúrgicos.
Los materiales incluyen propuestas para la liturgia e ideas para las homilías de los cinco domingos de Cuaresma, así como para la celebración del Domingo de Ramos, la Semana Santa y las celebraciones hasta Pentecostés. Llevan el mismo título que el del segundo año del Itinerario Diocesano de Renovación (IDR): ‘El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros’.
“En el tiempo en que los grupos del IDR estudian los primeros pasos de la vida de Je­­sucristo como el cumplimiento de las promesas hechas a la humanidad y al pueblo de Israel, la liturgia de este 2012 nos propone unidos los dos grandes temas de la ‘alianza’ y del ‘misterio pascual’”, explican fuentes de las dos vicarías.
Novedades
Este año resaltan dos iniciativas en los materiales de este año. De una parte, las sugerencias para preparar la participación en el VII Encuentro Mundial de las Familias de Milán (más información en la página 15) y, por otra parte, una iniciativa similar al calendario digital que se realizó en el tiempo de Adviento/Navidad.
En esta ocasión se nos ofrece un monasterio de Cua­res­ma/Pascua, cuya actividad podremos seguir a partir del 22 de febrero en la web del Arzobispado (www.archivalencia.org) y en la del IDR (www.idrvalencia.org). Este particular monasterio “cobrará vida” y podremos conocer “las distintas estancias del monasterio así como materiales y recursos diversos para estos tiempos que nos disponemos a celebrar”, comentan las mismas fuentes.
Los cuadernos contienen propuestas de Cáritas y de diferentes comisiones diocesanas, así como para el Vía Crucis, adoración de la cruz, bendición de la mesa, el sacramento de la Penitencia o la Hora Santa.
La publicación se inicia con una carta de monseñor Carlos Osoro, en la que hace referencia a los grupos del IDR y en la que asegura que una de las tareas primordiales que cada uno de nosotros debe emprender es “abrir el corazón de los hombres y las mujeres con los que convivimos a diario, algunos alejados de Dios, a la gracia de saberse queridos y acompañados por Dios mismo”.