L.B. | 17-02-2017
La procesión de las antorchas recorrió la Catedral con la imagen de la Virgen de Lourdes. A.SAIZ
Un río de luz llenó la catedral de Valencia durante la tradicional ‘misa de las antorchas’ que congregó a cientos de enfermos y discapacitados, acompañados por sus familiares y miembros de la Hospitalidad Valenciana de Lourdes. El fervor podía palparse en la misa organizada con motivo de la Jornada Mundial del Enfermo y la festividad de Nuestra Señora de Lourdes, el pasado lunes 13.
Los discapacitados y enfermos, que ocupaban las primeras filas del templo, tuvieron una participación muy destacada en la celebración. Fueron ellos quienes llevaron las ofrendas y quienes, tras la misa, acompañaron a la imagen de la Virgen de Lourdes en la procesión claustral que recorrió la Catedral. Sin duda, fue éste el momento más emotivo ya que todos los asistentes, elevando sus cirios encendidos, entonaron a una el ‘Ave María de Lourdes’ durante todo el tiempo que duró el recorrido.
Aprendemos de vosotros
En su homilía, cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, destacó que “la atención solícita, el cuidado entrañable, la cercanía y la ayuda a los enfermos es parte integrante de la solicitud de la Iglesia y de la evangelización, y uno de los signos más privilegiados de que ha llegado ya la salvación”.
Además, el Cardenal agradeció a los enfermos “todo lo que hacéis por nosotros, y os digo que os quiero y os admiro, que pido por vosotros, y os doy las gracias en nombre de la Iglesia por vuestro testimonio, porque aprendemos de vosotros”.
También la enfermedad “puede ayudar a discernir, más que otros momentos pletóricos de fuerza, lo que verdaderamente cuenta, lo que es esencial y lo que no lo es, y acerca más a Dios”, indicó el titular de la archidiócesis de Valencia.
En la misa,  el Arzobispo subrayó “el ejemplo admirable de enfermos, por los que pedimos de manera especial, por los que estáis aquí, en hospitales o en sus casas, a los que tanto debemos, porque son, en buena parte, los que llevan la Iglesia”.
“Vosotros, los enfermos, comprendéis mejor que nadie las palabras de la Virgen ‘haced lo que Él os diga’ porque estáis haciendo lo que en Él veis, os estáis acogiendo a su amor, que se manifiesta en la cruz, donde se realiza ese amor supremo que llena el mundo de alegría y esperanza porque la cruz es la esperanza de los hombres”, señaló el Cardenal.
La enfermedad “es una situación en la vida en la que el don de Dios se hace muy presente y lo vemos en vosotros, enfermos, que repetís, una y otra vez, ‘lo que Dios quiere’.
La misa, en la que concelebraron el obispo auxiliar monseñor Arturo Ros y decenas de sacerdotes, fue organizada por la Hospitalidad Valenciana de Nuestra Señora de Lourdes en colaboración con la comisión diocesana de Pastoral de la Salud.

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