Redacción | 28-04-2017
El dominico Salvador Serralta realizó la predicación en valenciano en la fiesta de S. Vicente Ferrer. (Foto: Alberto Sáiz)El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, presidió el lunes la misa por la solemnidad de San Vicente Ferrer, patrón de la Comunitat Valenciana. Fue en la Catedral, y participaron cientos de devotos a los que pidió “con todo el corazón, trabajar por la paz en todo el mundo, especialmente, en Siria, en Oriente y en Venezuela”.
Por ello, invitó a “seguir el ejemplo de San Vicente Ferrer, como gran predicador y servidor de la paz”, sobre todo en un mundo “en el que -refiriéndose a la situación de Venezuela- hay un país que “está al borde de la guerra y la hambruna – y no se comprende la pasividad de los países, que están cruzados de brazos”.
El Arzobispo señaló que recibe mensajes “de gente de Venezuela para que me haga eco de la situación de este país que no está en paz, que está aplastando derechos fundamentales”.
Estas palabras las pronunció don Antonio al finalizar la misa por San Vicente Ferrer, momento en el que también agradeció la predicación del dominico Salvador Serralta, que animó en su homilía a anunciar el Evangelio con alegría”, – la “identidad misma del cristiano” según el Cardenal.
En la eucaristía, que comenzó tras el tradicional volteo de campanas, predicó el fraile dominico Salvador Serralta para seguir la tradición basada en las predicaciones que en el siglo XIV hizo el Santo valenciano, perteneciente a la misma orden, desde un púlpito de la propia Seo que se conserva junto al altar mayor.
Llevar la alegría del Evangelio a los hombres
En su homilía, realizada en valenciano, Salvador Serralta- siguiendo unas recomendaciones que realizó el propio San Vicente en un sermón sobre la Pascua, comentando la aparición de Jesús resucitado, animó a todos los fieles a “llevar la alegría del Evangelio a los hombres de hoy”, especialmente, en “un mundo que tiene la necesidad de encontrarse con Jesús”, citando también la exhortación apostólica “Evangelii Gaudium” del papa Francisco.
“No podemos quedarnos con los brazos cruzados sin llevar esa alegría y esa libertad a aquellos que hoy viven en el miedo y en la desesperación o son víctimas de la falta de respeto y de la violencia o son excluidos y marginados por una economía egoísta y consumista”, añadió.
Serralta apuntó también que “nuestro mundo vive una urgencia de evangelización”, ya que “el Evangelio de Cristo está muy lejos de muchos corazones, y es más urgente cuando hay bautizados que no conocen realmente su fe, o viven en la duda”.
Por ello, “todos nosotros, los cristianos, tenemos que dar testimonio de que vale la pena vivir unidos a Jesucristo” y “anunciar el Evangelio, pero para eso tenemos que parecernos más a Jesucristo y para llegar a Él tenemos que conocerlo no sólo por la razón sino también con el corazón”. Para ello, la Iglesia “como buena madre” nos enseña caminos: la lectura de la Palabra de Dios, tanto en las celebraciones litúrgicas como la lectura personal, con la “lectio divina”; así como las celebraciones litúrgicas, sobre todo, los sacramentos, destacando la Penitencia y la Eucaristía.
“Obras que no queden en palabras bonitas”
El dominico también citó como otra recomendación de San Vicente Ferrer la de “hacer obras de misericordia” pero “que no se queden en palabras bonitas sino poniéndolas en práctica: San Vicente ya decía que se trata de hacer obras”.Salvador Serralta advirtió, además, de que “muchos se quejan de que Dios no está presente en nuestro mundo, pero, y se ha preguntado si no será que nosotros no lo hacemos visible con nuestra vida como cristianos y seguidores de Jesucristo”.
“La mayoría de imágenes que se han hecho de San Vicente lo representan con el dedo alzado, indicando hacia el cielo. Está indicando a Dios y, como el hombre, no puede vivir si no mira hacia Dios y tiene a Dios como Padre y Señor”, aseguró.
Finalmente, en su homilía el dominico pidió “que San Vicente nos ayude a trabajar para que todos los hombres tengan a Dios como Padre y Señor, como él lo hizo predicando por todos los lugares y rincones”.
En las oraciones de los fieles pidieron por los jóvenes, las familias y especialmente por los niños y sus educadores “para que para que tengan una formación adecuada para vivir los valores morales y espirituales que San Vicente enseñó”. También pidieron “por los valencianos y por los que han querido encontrar en esta tierra una nueva casa y un trabajo digno”.
En la misa concelebró el obispo auxiliar de Valencia monseñor Esteban Escudero, además del cabildo de la Seo y participó la Coral Catedralicia.
Una vez finalizada la misa tuvo lugar la procesión cívica con ofrenda de flores al santo desde de la Plaza del Ayuntamiento hasta la Casa Natalicia.
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