B.N. | 14-11-2019
El salón del Seminario de Moncada se quedó pequeño para acoger a todos los asistentes. (FOTO: V.GUTIÉRREZ)
Más de 700 personas se reunieron este sábado en torno a la Jornada diocesana de Laicos, presidida por el cardenal arzobispo, Antonio Cañizares. “Me impresiona ver lleno del todo este salón”, comentó el propio Cardenal en sus palabras de bienvenida a los congregados. Y es que, como popularmente se dice, el llenazo fue absoluto.
El salón de actos del Seminario de Moncada se quedaba pequeño para acoger a todos los llegados desde diferentes rincones de la diócesis, jóvenes, matrimonios, familias… de movimientos, asociaciones o parroquias. Estos agradecieron los ánimos que les infundió el Arzobispo en la misión que les ha encomendado la Iglesia como laicos que son. “Gracias a todos y a Dios porque Él es que mejor nos conoce. Él será quien nos ayude a que esto sea una realidad cada día más viva”.
Don Antonio también animó a los jóvenes, educadores y familias a formar parte de la Iglesia porque “todos, sacerdotes, religiosos y laicos, somos necesarios para llevar a cabo la misión que nos ha encomendado el Señor”.
De igual manera, el Arzobispo recordó la alegría de los primeros cristianos “de ser hermanos” porque “queremos un mundo de hermanos, con obras y palabras, y no de enemigos”. El Cardenal explicó que pertenecer a este Iglesia “nos lleva a ser comunidad de comunidades y por tanto abrirla a todos a través del anuncio del Evangelio”.
También resaltó la importancia de la Eucaristía como centro de las parroquias y de las familias “porque sin Cristo nada podemos hacer”. “Caminemos con alegría al encuentro del Señor”, recordó en sus palabras finales.
El encuentro, impulsado por el Arzobispo de Valencia junto a la Delegación de Apostolado Seglar, a través del Consejo Diocesano de Laicos también contó con la asistencia de los tres obispos auxiliares, monseñores Esteban Escudero, Javier Salinas y Arturo Ros.
Monseñor Salinas recordó a los presentes la necesidad de, como Iglesia, “caminar todos juntos” y no pensar en el individualismo sino “en el nosotros”.
Por su parte, monseñor Ros recordó las palabras de su abuela, esposa del beato Arturo Ros, cuando inculcaba el amor por la Iglesia a sus nietos asegurando que ésta “era su madre”. “A veces se nos olvida que la Iglesia es nuestra madre y como tal ejerce la maternidad con nosotros: se desvive por nosotros, es feliz cuando estamos todos juntos…”. Justo en ese punto, don Arturo, quiso remarcar la importancia de la unión de todos los cristianos “ante los tiempos que vivimos”.
1.500 encuestas
La jornada abordó la participación realizada a través de 1.500 encuestas acerca de la realidad y función del laicado en la Iglesia diocesana. Esta fase diocesana es preparatoria del Congreso nacional de Laicos que se celebrará en febrero de 2020 en Madrid, y que reunirá a cientos de participantes procedentes de familias, parroquias, movimientos apostólicos y de familia, asociaciones, catequistas, jóvenes y educadores.
Para la preparación de la Jornada Diocesana, se invitó a contestar un cuestionario de nueve preguntas que ayudaran a escuchar a los laicos en sus distintas realidades. La información que se ha recabado también servirá para los trabajos preparatorios del próximo Sínodo Diocesano “en el que se hará presente una Iglesia evangelizada y evangelizadora para hacer discípulos de Cristo”, concluyó el Cardenal Arzobispo de Valencia.
Dinámica de la jornada
En la jornada se expuso, por parte de Amparo Estellés, delegada episcopal de Apostolado Seglar, la síntesis de las 1.500 contestaciones recibidas al cuestionario en las que quedó patente “la comunión dentro de la Iglesia”. En esta síntesis, “hemos destacado todo aquello que ha sido común a todos los cuestionarios recibidos que ya nos han dado una idea de cuál es el sentir del laicado de la diócesis de Valencia”, explicó Amparo Estellés a PARAULA. La síntesis puede consultarse en laicosvalencia.org.
“Se ha puesto de manifiesto -remarcó- que hay un excesivo clericalismo y que hace falta un trabajo intenso respecto a la espiritualidad, a la vivencia de la oración y de la Eucaristía. También hay una necesidad de formación que nos lleve a un encuentro con Jesucristo y un desconocimiento y necesidad de formarse en la Doctrina Social de la Iglesia” de manera que haga que el laico encuentre su lugar en la Iglesia en el compromiso público.
Tras un pequeño almuerzo en los jardines del seminario, los participantes se dividieron por grupos de trabajo, acompañados por miembros del Consejo de Laicos y voluntarios, para abordar los cuatro grandes temas que se plantearán el Congreso Nacional de Laicos: primer anuncio, acompañamiento en la vivencia de la fe, procesos de formación en la fe y presencia en la vida pública.
Tanto la Jornada Diocesana en Moncada como el Congreso Nacional en Madrid son “una oportunidad para impulsar la participación y responsabilidad de los laicos en la Iglesia y en sus ambientes de vida, favoreciendo comunidades eclesiales de puertas abiertas y un nuevo dinamismo diocesano”, tal y como afirmó Estellés.
JORNADA DIOCESANA DE LAICOS