REDACCIÓN | 27.12.2019
El Sínodo Diocesano, que se inició el pasado 15 de octubre, se dispone a cruzar el ecuador de la fase preparatoria de la Asamblea Sinodal con la que culminará a finales del próximo mayo. En estos meses se han analizado en las siete comisiones técnicas creadas lo mucho trabajado desde el último Sínodo Diocesano de 1987 en cada uno de los pontificados de los arzobispos anteriores, Itinerarios de Renovación, de Evangelización, asamblea diocesana 2014, años eucarísticos jubilares (años del Santo Cáliz y San Vicente), además del Proceso de Reencuentro Sacerdotal. Con ello y con las consultas que se realizan ahora se empezarán a preparar los primeros borradores de propuestas.
Objetivos del Sínodo
Lo expresaba el cardenal Cañizares en su carta de convocatoria: impulsar una diócesis “evangelizada y evangelizadora” y a ese fin han de tender todos los trabajos del Sínodo bajo la acción e inspiración del Espíritu Santo.
Se pretende contribuir a “un nuevo Pentecostés en la diócesis para llevar el Evangelio a todos, como Iglesia misionera, y para vivir la verdadera comunión que la constituye: sacramento de comunión con Dios, con Cristo y de la unidad de todo el género humano, dónde se vive y muestra a Cristo con obras y palabras”.
Se trata de fomentar una “Iglesia servidora, pobre y para los pobres, joven, rejuvenecida y para los jóvenes, acogidos en la Iglesia como su casa familiar que los quiere y acompaña”. Y muy importante: “nadie puede sentirse excluido porque a todos se pide oración para implorar al Espíritu Santo la luz para hacer lo mejor posible para la Iglesia”, como señala.
Comisiones
Hay siete comisiones técnicas creadas que están trabajando desde entonces con cometidos específicos: ‘Nueva evangelización e iniciación cristiana’, presidida por monseñor Javier Salinas; ‘Familia y juventud’, a cargo de monseñor Arturo Ros; ‘Parroquia evangelizadora’, presidida por Vicente Fontestad; ‘Laicado y mujer’, presidida por monseñores Javier Salinas y Arturo Ros; ‘Sacerdotes y vida consagrada’, presidida por el Arzobispo, el cardenal Antonio Cañizares, y el vicario episcopal de vida consagrada, Martín Gelabert; ‘Evangelizar la cultura: pastoral educativa y escolar, Universidad e instituciones culturales, UCV y UCH-CEU’, presidida por monseñor Esteban Escudero, José Luis Sánchez y Rafael Cerdá; y ‘Vida y testimonio de caridad y nuevas pobrezas’, presidida por monseñor Arturo Ros y José María Taberner.
En unos días pasaremos, pues, el ecuador de la primeras de las fases del Sínodo.
Fase 1: Preparación de la Asamblea Sinodal (octubre-abril)
a) Las siete comisiones técnicas desarrollan continuas reuniones para abordar las distintas cuestiones planteadas. Partiendo de todo lo trabajado en estos años atrás, estas comisiones lo han estudiado y establecido ya -por ejemplo- preguntas concretas que están formulando en estas semanas a distintas personas, instituciones (consejos pastorales parroquiales o grupos o movimientos de apostolado, universidades…) o distintas realidades de la diócesis.
b) Con las aportaciones recogidas, las comisiones técnicas elaboran los instrumentos de trabajo específicos y los llevan a la Comisión Central, que los integrará ya en un único instrumento de trabajo con conclusiones y orientaciones como borrador.
Fase 2: Asamblea Sinodal (finales de abril y mayo)
Paso previo:
El Arzobispo designa la Asamblea Sinodal -Código de Derecho Canónico (canon 463), integrada por miembros natos fijados por el propio Código y otros de libre elección por el Arzobispo, que representan las distintas realidades y sensibilidades de la diócesis.
a) Estudio personal del instrumento de trabajo (20 abril- 15 mayo). Cada uno de los miembros de la Asamblea Sinodal designado recibe ese instrumento de trabajo para su estudio, reflexión y oración personal y lo hace llegar con sus aportaciones a la Comisión Central.
b) Reuniones de la Asamblea Sinodal.
Se convocan para el 29, 30 y 31 de mayo en torno a Pentecostés. Los actos litúrgicos serán en la iglesia del Seminario y a muy poca distancia, en el nuevo paraninfo de la Universidad Cardenal Herrera en Alfara del Patriarca, tendrá lugar la Asamblea Sinodal. En ella se toman en consideración la distintas conclusiones y orientaciones (el voto es consultivo).
La misa conclusiva del Sínodo Diocesano será en la Catedral el 31 de mayo.
Recepción de las conclusiones
Concluido el Sínodo, cuando el Arzobispo estime oportuno aprobará y promulgará las constituciones sinodales que se pondrán en práctica en los cursos pastorales sucesivos.