REDACCIÓN | 26.11.2020
Toda una ola de solidaridad. La campaña de recogida de juguetes para niños de Venezuela iniciada en Valencia el viernes 20 de noviembre por una religiosa de la congregación Pureza de María ha tenido una respuesta sorprendente y su finalización, que estaba prevista el miércoles 25, ha sido ampliada hasta el próximo domingo 29 “por petición de muchas personas y porque la respuesta solidaria ha sido increíble”, ha confirmado la hermana Débora Vidal, promotora de la iniciativa.
“Gracias a sus inmensos corazones y a petición de muchos se extiende la campaña hasta el domingo 29”, compartió la religiosa valenciana en sus redes sociales, y ha señalado que “los locales donde se recogen los juguetes y el horario es el mismo, en la calle Manuela Estellés, 87, de Valencia, de 10 a 13 horas y de 16:30 a 20 horas”.También sigue abierta la cuenta bancaria de la congregación Pureza de María (ES94 0075 0430 1506 0024 8960, concepto ‘Un juguete para Venezuela’) para realizar aportaciones que se destinarán a sufragar el envío.
El pasado martes ya habían recogido 70 cajas con juguetes y han lo suficiente para enviarlas, “pero hasta el domingo llegarán más y no queremos que ninguno se quede sin enviar, por eso seguimos necesitando donaciones económicas”, ha explicado.
La respuesta a la campaña “ha sido inmensa, muchísima gente ha venido a donar juguetes y han realizado donativos, pero además se han ofrecido voluntarios para ayudar en los locales, atendiendo a personas, clasificando los juguetes, metiéndolos en cajas, pesándolas… No me imaginaba que iba a pasar esto”, ha precisado.
Además de todas las donaciones, Déboraha recibido numerosos mensajes de apoyo difundiendo la campaña. De hecho, ha recogido en el monasterio de las Carmelitas Descalzas de Godelleta siete cajas llenas de juguetes nuevos.
La hermana Débora Vidal lleva cuatro años en la ciudad venezolana de Cumaná como directora general de un colegio de la red ‘Fe y Alegría’, de los jesuitas, dedicada a la escolarización de los más desfavorecidos, y colabora con la asociación Hogar de Cristo, que atiende y reparte comida a niños, ancianos y personas marginadas y sin recursos.