El hambre es una pandemia que sufre el planeta desde hace décadas y que afecta a 1.300 millones de personas en el mundo. La actual crisis sanitaria por el coronavirus no ha hecho más que ampliar las desigualdades y esta cifra podría crecer en 500 millones de personas durante este año 2021. Por ello Manos Unidas, que inicia este fin de semana su nueva campaña para todo el año, solo pide una cosa muy concreta: solidaridad para acabar con el hambre.
EVA ALCAYDE | 11.02.2021
Manos Unidas ha lanzado su nueva campaña para 2021. Lleva por lema “Contagia solidaridad para acabar con el hambre” y, como no podía ser de otra manera, viene marcada por la crisis sanitaria y la pandemia de la Covid-19.
Durante los próximos doce meses, la ONG de la Iglesia católica va a pedir solidaridad para acabar con la otra pandemia que sufre el planeta desde hace décadas: el hambre.
La crisis sanitaria del coronavirus no ha hecho más que empeorar las cifras del hambre en el mundo. Así, según los datos de Manos Unidas, los 1.300 millones de personas que había a principios de 2020 sufriendo pobreza multidimensional – de alimentación, salud, vivienda, agua potable y saneamiento- podrían aumentar este año 2021 en 500 millones, a causa de la pandemia.
El 84,5 % de estas personas viven en Asia del sur y África subsahariana. Por ello Manos Unidas quiere sensibilizar sobre la necesidad de generar nuevos estilos de vida más solidarios y sobre la urgencia de crear condiciones de vida más humanas, centradas en la dignidad de cada persona y en el bien común.
Manos Unidas va a centrar su trabajo en denunciar las consecuencias que la pandemia del coronavirus está teniendo entre las personas más vulnerables del planeta y sensibilizará sobre la solidaridad como la única forma de combatir la desigualdad que castiga con hambre y pobreza a cientos de millones de personas en el mundo.
Y es que, según los datos que maneja la entidad, en Latinoamérica y El Caribe hay 21 médicos y 15 enfermeras por cada 10.000 habitantes. Y en África subsahariana hay sólo cinco camas de UCI por cada millón de habitantes para hacer frente al coronavirus y otras enfermedades mortales como el dengue, la malaria, la tuberculosis, el ébola o, en el caso de la infancia, la diarrea o la desnutrición. Dos millones de bebés nacen muertos cada año –o uno cada 16 segundos- y las interrupciones en los servicios de salud a causa de la Covid-19 podrían causar 200.000 nuevas muertes fetales en solo 12 meses.
Jornada Nacional
El segundo domingo de febrero se celebra en toda España la Jornada Nacional de Manos Unidas. Por ello, las colectas que se realicen en las parroquias de la diócesis de Valencia este próximo domingo, día 14, irán destinadas a Manos Unidas y a los proyectos de desarrollo con los que la delegación de Valencia va a colaborar este año.
Además, el viernes día 12 se celebra también el Día del Ayuno Voluntario y Manos Unidas propone tener un gesto de solidaridad con los que sufren hambre.
Este año, a consecuencia de la pandemia, no se van a poder realizar los almuerzos y cenas solidarios que colegios, parroquias y movimientos de la diócesis organizaban tradicionalmente.
Sin embargo los voluntarios de las delegaciones comarcales de Manos Unidas no se van a quedar parados y van a organizar cenas del hambre virtuales y otras iniciativas para recoger donativos.
En Sollana, Torrent y Enguera se realizarán cenas por grupos de convivientes, con tickets a 3 o 5 euros, en Requena se hará una presentación de la campaña a través de YouTube, en Alzira además de la cena virtual se organizará una carrera solidaria, y las parroquias de Benimaclet celebrarán una oración fraternal contra el hambre. En Alcoy también habrá, el día 19, una cena virtual y el colegio Sant Roc ha elaborado galletas que venderán a 1,5€ durante todo el mes de febrero.
La parroquias valencianas auxiliarán además a las mujeres víctimas de la trata en Perú
Los donativos de las colectas especiales de este fin de semana de las parroquias de la diócesis se emplearán para colaborar en uno de los proyectos que llevará a cabo Manos Unidas de Valencia este año, el de mayor cuantía, y que ayudará a las mujeres víctimas de la trata y la explotación sexual en Lima, Perú.
El Proyecto lo desarrollará la Congregación de Religiosas Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad, que gestionan la Casa Santa Micaela, situada en el centro de la ciudad. Actualmente esta Casa trabaja con adolescentes desde los 15 años y mujeres jóvenes que están en situación de vulnerabilidad en riesgo o son víctimas de violencia sexual, explotación sexual y trata.
En esta casa de acogida se las preparará para prevenir y superar su situación y exigir sus derechos. Además, vivirán en un espacio seguro en el que se formarán para ganarse la vida con las habilidades aprendidas.
Existen pocos centros de acogida de este tipo para estas víctimas, por lo que el proyecto pretende llenar un vacío con la acogida temporal, servicios ambulatorios de atención integral y acciones estratégicas.
El proyecto ayudará directamente a 146 mujeres, pero indirectamente más de un millar mujeres se beneficiarán de la estrategia de sensibilización para prevenir y evitar la violencia, la explotación sexual y la trata.
El proyecto contempla preparar a las mujeres para que sean capaces de vivir independientes y tener un proyecto de vida. Así les ofrecerá talleres y módulos de formación técnico profesional y prácticas de trabajo con empresas y negocios locales para darles oportunidades laborales.