Almàssera conmemora este domingo 6 de junio el ‘miracle dels peixets’. Un milagro eucarístico que sucedió en junio de 1348 y marcó la vida de la localidad. Precisamente, este hecho portentoso fue el motivo por el que se erigió su parroquia dedicada al Santísimo Sacramento. Con motivo del Año Jubilar del Santo Cáliz, este domingo las celebraciones tendrán carácter jubilar.
L.B. | 03.06.2021
La de Almàssera es, sin duda, una parroquia eucarística por excelencia. Precisamente un milagro relacionado con la eucaristía está su origen, se refleja en su nombre -parroquia del Santísimo Sacramento- y ha marcado la vida de fe de la población. Se trata del ‘miracle dels peixets’ que comparte con la vecina localidad de Alboraya, a la que pertenecía cuando tuvo lugar el hecho prodigioso en el año 1348.
Fue el sacerdote, escritor e historiador valenciano Gaspar Escolano (1560 – 1619) quien en su obra ‘Décadas de la Historia de la insigne y coronada ciudad y reino de Valencia’, recogió uno de los más fidedignos relatos del milagro. En base a este relato, podemos decir que en junio del año 1348, el párroco de Alboraya fue requerido para llevar el viático a un morisco converso de Almàssera que estaba muriéndose. En aquel momento, Almàssera pertenecía a la población y a la parroquia de Alboraya.
El sacerdote cogió una arquilla con las formas consagradas y salió a lomos de una mula. Tenía que atravesar el barranco del Carraixet que separa ambas poblaciones entre cañas y ‘ullals’ de agua. Como venía muy crecido el barranco, el agua le arrastró, cayendo el sacerdote y perdiendo la arqueta.
Cuando contó lo sucedido, los vecinos de Alboraya salieron a buscar la arqueta y, como ya había menguado el barranco, la encontraron en el fondo abierta y sin las formas en su interior.
Dos labradores continuaron la búsqueda llegando a la desembocadura del barranco. Allí vieron dos peces grandes que, con las cabezas levantadas, mostraban en las bocas las formas. Avisado el cura, acudió a recuperarlas. Los peces, que hasta ese momento habían permanecido inmóviles, al acercarse el sacerdote depositaron las formas en el cáliz que portaba el cura quien, de vuelta a Alboraya, celebró una misa y sumió las formas.
Con motivo de este suceso, los vecinos de Almàssera solicitaron del entonces obispo, Ramón Gastón, que se erigiese una parroquia independiente de la de Alboraya. Unos años después, en 1352, siendo obispo Hugo de Fenollet, se hizo la desmembración, y creó la parroquia con el nombre y devoción del Santísimo Sacramento.
En conmemoración de este acontecimiento, la parroquia de Alboraya regaló a la de Almàssera la arquilla donde el sacerdote llevaba las formas cuando cayó al agua, conservando Alboraya el cáliz en el que fueron recogidas. La arqueta de plomo se custodia en la actualidad en una hornacina sobre el relicario del altar mayor del templo parroquial.
Cómo se celebra
Por un privilegio papal especial, Almàssera celebra el Corpus el cuarto domingo de agosto, en las fiestas patronales, junto con el Cristo y la Virgen. Ése es el día de la fiesta grande, con una misa especial y una procesión que recorre las principales calles de la población, en la que participan numerosos vecinos de la localidad representando a distintos personajes bíblicos, junto con las danzas típicas, gigantes y cabezudos.
Pero a la vez, también lo conmemora el día en el que la Iglesia celebra el Corpus litúrgico. “Lo llaman el ‘Corpus xicotet’ y se celebra más modestamente, con una procesión más breve sólo por las calles que rodean el templo parroquial. En esta procesión salen los niños que ese año han tomado su Primera Comunión, así como las banderas de las distintas cofradías existentes en la parroquia”, indica el párroco, Vicent Ruix.
En esta ocasión, por encontrarnos en el Año Jubilar del Cáliz de la Pasión, la jornada jubilar será este domingo 6 de junio, día del Corpus.
Como consecuencia de las restricciones por la covid-19, no podrá hacerse la tradicional procesión, pero al final de la misa se hará una acción de gracias especial. A lo largo del fin de semana habrá varias misas jubilares en las que se podrá ganar la indulgencia plenaria cumpliendo las condiciones establecidas. Serán el sábado, a las 20 horas, y el domingo a las 12. En ambas misas, así como en la 9 horas del domingo, habrá exposición del Santísimo.
La arquilla que portaba el sacerdote
La iglesia de Almàssera está dedicada al Santisimo Sacramento y son muchos los objetos y detalles que en ella rememoran el milagro ocurrido en 1348. Así, en el frontispicio del templo, se puede ver una custodia adornada con dos ángeles. Ya en el interior de la iglesia hay varios frescos y retablos de cerámica en los que se representan diversos pasajes del ‘miracle dels peixets’.
Pero sin duda el mayor y más preciado de todos es la arquilla de plomo que utilizó el párroco de Alboraya cuando sucedió el milagro y que se encuentra en una hornacina sobre el sagrario en el altar mayor.
También en Almàssera existe una capillita a orillas del barranco del Carraixet, en el lugar en el que, según la tradición, el sacerdote que iba desde Alboraya a lo que hoy es Almàssera a dar la comunión a un morisco converso que estaba muriendo, cayó al agua arrastrado por la corriente, perdiendo las formas consagradas que portaba en la arquilla.
Cerca de la desembocadura del barranco, aunque en término municipal de Alboraya, la ermita dels Peixets recuerda el lugar en el que las formas fueron recuperadas, entregadas por los peces.