BELÉN NAVA | 01.07.2021
Ante la alerta sanitaria y la situación que se vivía en todo el mundo provocado por la pandemia, la delegación de Misiones del Arzobispado de Valencia decidió, el pasado verano, cancelar los viajes de voluntariado estival en países en misión.
El pasado año, sin #VeranoMisión, la delegación propuso a los jóvenes no quedarse de brazos cruzados y buscar y realizar actividades para seguir colaborando, en parroquias, movimientos juveniles y entidades, para anunciar el Evangelio y trabajar por la promoción humana e impulsar iniciativas solidarias y de voluntariado para “ser útiles en estas circunstancias”.

Sin embargo, este año, y con la situación sanitaria actual, sí que habrá una nueva edición de #VeranoMisión con un total de 21 jóvenes de la diócesis de Valencia, entre ellos 8 seminaristas, viajarán este verano a República Dominicana, Perú, Honduras y Mozambique para colaborar, como voluntarios, en los territorios de misión y conlos misioneros que allí se encuentran.

Poner en marcha este año esta iniciativa, que en 2020 no se pudo realizar debido a la pandemia, es “una alegría y un regalo de la providencia de Dios porque en enero aún no sabíamos si podríamos organizarla y finalmente se hará, con todas las precauciones y con la garantía de que los lugares a los que viajamos son seguros”, asegura Arturo García, delegado diocesano de Misiones.

Desde la organización han trabajado “teniendo en cuenta todas las medidas preventivas posibles, como la vacunación frente a la Covid de los participantes, la contratación de un seguro extra, la selección de destinos y el cumplimiento de las medidas sanitarias para que todos estén seguros”. De hecho “en la formación específica que los participantes han recibido se ha incidido en la necesidad de tener un comportamiento cuidadoso y cumplir todas las medidas sanitarias pero también queremos que disfruten de la experiencia al máximo”.

Vicariato de Requena
Relevo de los franciscanos y visita a las aldeas en canoa

Por primera vez #VeranoMisión llegar al Vicariato Apostólico de Requena, en la selva amazónica del Perú, al que la Archidiócesis de Valencia presta colaboración misionera desde hace cuatro años y cuyo titular es el obispo valenciano monseñor Juan Oliver. De esta manera, el grupo, formado por 10 seminaristas y sacerdotes, prestará su ayuda en tres misiones del vicariato de Requena: en la parroquia San José Obrero, en el pueblo de Jenaro Herrera, donde relevarán temporalmente a los franciscanos; en Orellana, donde acudirán dos seminaristas; y en Flor de Punga, pueblo al que irán otros tres seminaristas.
Además, en su estancia en Perú, el grupo visitará la parroquia regida en Lima por el sacerdote valenciano César Buendía, que atiende a más de 100.000 personas, y algunas aldeas del Vicariato de Requena a las que accederán en canoa, ya que es el único medio.

Honduras
Ayuda para reparar el daño causado por los huracanes

Tres jóvenes serán los que viajen en el mes de agosto a Honduras, para acompañar a las Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús y de María en la labor de limpieza y reconstrucción del dispensario y las instalaciones donde prestan los servicios de comedor y clases de refuerzo a niños de la parroquia, en la ciudad de San Pedro Sula y en el pueblo de La Lima, devastados tras el paso de los huracanes Eta e Iota.
Las Misioneras del Sagrado Corazón están establecidas en Nuevo San Juan, una colonia que se formó después del paso de este huracán Mitch con familias que lo habían perdido todo Allí apenas hay trabajo. La gente sale a trabajar a las maquilas; a los pocos campos bananeros o a la ciudad de San Pedro. Hay muchos con trabajo eventual y también desempleados. Los sueldos de la mayoría de las personas no llegan para una alimentación adecuada y, además, el agua no es potable.

Mozambique
Apoyo al centro médico y a los programas de alfabetización

Una estudiante de Medicina viajará a Nacala, en Mozambique, para ayudar a las religiosas de la Obra Misionera de Jesús y María, conocidas como las “pilarinas”, para involucrarse en su centro médico y en los programas contra el analfabetismo y la malnutrición que desarrollan. Las “pilarinas” llevan, a lo largo de estos últimos 25 años, ayudando a los más pobres. Han abierto un centro de salud donde atienden una media de 30 niños malnutridos. También tienen una pequeña escuela a la que asisten casi 200 niños de 3 a 6 años. Tampoco se olvidan de la formación para adultos. Colaboran en la pastoral, tanto de la parroquia como de la diócesis con catequesis.
Otras dos jóvenes valencianas ayudarán a las Hermanas de la Caridad.

República Dominicana
Reactivar la catequesis y la pastoral de las parroquias

Hasta República Dominicana viajarán varios grupos, y cada uno de ellos permanecerá en el lugar de misión un mes aproximadamente. Uno de los grupos está formado por 8 seminaristas, que viajarán acompañados por el sacerdote Arturo Javier García, delegado de Misiones, y los otros cuatro los conforman laicos, incluyendo un matrimonio,en los que hay 6 profesoras, 2 estudiantes, un policía y un administrativo.
El primer grupo viajará hasta los municipios de San Ignacio de Sabaneta y San Juan, para acompañar en las visitas a las comunidades de la parroquia y reactivar la catequesis y las actividades pastorales que se les solicite.
Asimismo, en agosto viajará al mismo destino otro grupo de #VeranoMisión con otros cuatro jóvenes, para colaborar en las mismas tareas y está previsto que también presten ayuda en la escuela si vuelve a abrir, ya que sigue cerrada por la pandemia.