REDACCIÓN | 09.09.2021
Las más de dos mil Hermanitas de los Ancianos Desamparados presentes en todo el mundo, y cuya Casa General está en Valencia, donde fueron fundadas, conmemoraron el pasado 26 de agosto la festividad de su fundadora, santa Teresa de Jesús Jornet. Y lo hicieron con misas en sus más de 200 asilos y residencias en 21 países de Europa, Iberoamérica, África y Asia, en los que atienden a más de 20.000 ancianos sin recursos.
En Valencia, la festividad se celebró con una misa solemne en la iglesia de la Casa General de la congregación, donde reposan los restos mortales de Santa Teresa de Jesús Jornet.
La misa fue presidida por el obispo auxiliar de Valencia monseñor Vicente Juan Segura, y concelebrada por una decena de sacerdotes, y en ella participó la comunidad religiosa y ancianos residentes.
La celebración este año ha coincidido con la grabación de un vídeo de la madre fundadora por parte del Servicio Audiovisual Diocesano, del Arzobispado de Valencia, que ha permitido, por primera vez, grabar la estancia en la que murió ella el 26 de agosto de 1897.
Su habitación, en Llíria
La existencia de esa habitación “es conocida en Llíria e incluso puede ser visitada pero por primera vez ha sido grabada y fotografiada” por un medio de comunicación, el Servicio Audiovisual Diocesano del Arzobispado, como material para un documental que será difundido próximamente dedicado a la fundadora.
Según la superiora de la comunidad de Hermanitas de Lliria, Teresa Martínez, el dormitorio es para las religiosas un lugar de recogimiento y oración, donde piden a la santa que vele por la congregación.
“Las religiosas de la comunidad rezamos todos los días, arrodilladas junto a la cama, pidiendo a la santa que vele por su congregación y también que nos envíe vocaciones”, según la superiora, quien ha añadido que la estancia “puede ser visitada por devotos, pidiendo permiso, aunque el acceso ahora está restringido por la pandemia”.
Desde que comenzó la pandemia, la comunidad de Llíria dedica rogativas a santa Teresa de Jesús Jornet en esta misma habitación, y ante su cama, cubierta con folios con los nombres de las provincias con casas de la congregación, “y le pedimos que nos proteja a todos, sobre todo a los ancianos, que tanto han sufrido en este tiempo, y rezamos por el fin de la pandemia”, subraya.
El día de la fiesta de la fundadora, de manera excepcional, subieron “algunos ancianos residentes, en grupos pequeños, a rezar junto a la cama, acompañados por sacerdotes”, explica.
Además, al igual que el resto de casas de la congregación, la comunidad de Llíria ha celebrado la misa solemne, en su capilla y sin asistencia de fieles, oficiada por Georges Kouwonou y concelebrada por los párrocos de Llíria Joaquín Sarrión y Rafael Fernández y otros sacerdotes hijos de la localidad.