Los cubanos, con más de 60 años de dictadura a sus espaldas, se han convertido en eternos emigrantes hacia cualquier parte del mundo. Ahora, la situación tan asfixiante que vive la isla les ha empujado a emigrar atravesando el
estrecho de la Florida. Eloisa, cubana de nacimiento y valenciana de adopción nos cuenta su lucha para ayudar a sus compatriotas desde Valencia.
❐ EVA ALCAYDE | 23.09.2021
Eloisa Alcolea se graduó en la carrera de Medicina en su país, Cuba, en el año 95. Después, el amor y su matrimonio con valenciano le trajo hasta la ciudad del Turia, donde vive desde hace ya 26 años. Ahora tiene 51 y trabaja en un ambulatorio en atención continuada, en guardias y emergencias.
Eloisa es un mujer comprometida, sensible y muy solidaria. Es miembro de ACNUR, el organismo de las Naciones Unidas encargado de proteger a los refugiados y desplazados por persecuciones o conflictos. También pertenece a Médicos Sin Fronteras y colabora con el Banco de Alimentos de la Pobla de Vallbona.
Además, ayuda en la parroquia de San Miguel de Soternes, en la campaña de recogida de medinas para Cuba. De hecho, ha empleado 15 días de sus vacaciones de septiembre para gestionar y organizar las donaciones, clasificar los medicamentos y preparar los envíos. “Intento hacer todo lo que está en mi mano, porque no puedo mirar para otro lado con todo lo que está sucediendo en mi país”.
Eloisa no tiene palabras para explicar la situación de sus compatriotas cubanos, que califica de “muy dramática”, y un nudo se le instala en la garganta cada vez que lo intenta. “En Cuba no hay de nada, ni mascarillas, ni batas, ni gel hidro alcohólico, ni medicinas de ningún tipo, ni PCR, ni antígenos, ni vacunas, ni siquiera hay protocolos de actuación…”, lamenta y asegura que a los cubanos se les están inoculando vacunas que no están homologadas por la OMS.
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