❐ E.A. | 09.12.2021
Manos Unidas de Valencia ha urgido a generar nuevos estilos de vida desde la política, la economía y la sociedad, para acabar con las causas estructurales de la pobreza. “No podemos quedarnos en lo asistencial, debemos crear condiciones de vida más humanas”, reclamó la delegada en Valencia Ana Ruiz durante la asamblea diocesana anual de Manos Unidas, en la que participaron voluntarios y colaboradores de Valencia, de las parroquias y de las delegaciones comarcales.
En la asambles, además de la delegada, intervinieron el tesorero, Eladio Seco, y el consiliario de la entidad, Pablo Tos, así como representantes de Manos Unidas de servicios centrales, que ofrecieron charlas sobre la identidad de la ONG, sobre la comunicación de los proyectos y sobre las emergencias ocasionadas por la pandemia.
La delegada de Valencia presentó el resumen del presente curso, informando también el año anterior en el que no se pudo celebrar. Ana Ruiz destacó la valentía de todos los voluntarios, “habéis seguido al pie del cañón contagiando solidaridad en vuestro pueblos y comarcas”.
“Luchamos contra la desigualdad y la exclusión de nuestros hermanos vulnerables y defendemos que los derechos humanos llevan aparejados unos deberes como el bien común y la solidaridad”, destacó Ana Ruiz como resumen del trabajo que realiza la entidad desde hace 62 años.
Balance económico
El tesorero Eladio Seco ofreció las cuentas de 2020, año en que año en que las donaciones subieron ligeramente, un 1,7%, a pesar de la pandemia. La recaudación fue de un total de 1.898.819 €, una cifra muy positiva teniendo en cuenta la situación económica.
Las perspectivas para este año 2021 son optimistas, gracias al empuje de varias herencias recibidas.
La tragedia del pobre
En la asamblea también intervino el viceconsiliario de Manos Unidas, Óscar García que destacó que “la tragedia del pobre no es sólo el hambre, sino también el olvido. Desde Manos Unidas, con nuestra labor de sensibilización, nos esforzamos por visibilizar la pobreza”.
La asamblea contó también con responsables de proyectos que explicaron cómo ha sido la ayuda humanitaria de 2020 con algunos significativos ejemplos. Entre ellos Haití, un país desolado por el terremoto de 2010 y la pandemia de 2021, donde se aprobaron cuatro proyectos de emergencia por valor de 342.000 € para paliar situaciones dramáticas.