❐ AGENCIAS | 07.04.2022
36 horas son las que duró el viaje del papa Francisco a Malta, un país enclavado en el centro del Mediterráneo y marcado por la presencia de San Pablo en sus tierras y la continua afluencia de migrantes.
Durante ese tiempo el Santo Padre tuvo momento para abordar temas tan importantes como el del problema de la migración en las aguas del Mediterráneo; el conflicto bélico de Ucrania y la crisis de fe patente en la sociedad de hoy en día.
En la isla maltesa de Gozo, donde visitó Ta ‘Pinu, el gran santuario mariano, alertó de una situación grave: “la crisis de la fe, la apatía de la práctica creyente sobre todo en la pospandemia y la indiferencia de tantos jóvenes respecto a la presencia de Dios no son cuestiones que debemos ‘endulzar’, pensando que al fin y al cabo un cierto espíritu religioso todavía resiste, no”.
En la segunda jornada del viaje a Malta, el Papa celebró la Eucaristía, el acto más multitudinario, congregando a más de 20.000 fieles en la plaza de los Graneros de Floriana. Allí, en su homilía centrada en el Evangelio de la adultera, advirtió que estos personajes que aparecen en él recuerdan que “también en nuestra religiosidad pueden insinuarse la carcoma de la hipocresía y la mala costumbre de señalar con el dedo. En todo tiempo, en toda comunidad. Siempre se corre el peligro de malinterpretar a Jesús, de tener su nombre en los labios, pero desmentirlo con los hechos”.
También volvió a pedir la paz en Ucrania y recordó a aquellos que se encuentran “bajo los bombardeos de esta guerra sacrílega. No nos cansemos de rezar y de ayudar a quien sufre”, agregó.
Migración y humanidad
En su visita al centro de acogida de migrantes ‘Juan XIII’ en Hal Far, Francisco escuchó los testimonios de algunos residentes que llegaron a esta isla europea tras un terrible viaje y, ante este drama, instó a comportarse con “humanidad” y preguntarse: “¿Y si en esa barca viajara mi hijo, o mi hija, o yo?”.
“Como dije hace algunos meses en Lesbos, estoy aquí para decirles que estoy cerca de ustedes”, señaló ante los 50 migrantes que viven en este centro católico y otros 150 llegados de otros campos de refugiados.
Dispuesto a viajar a Kiev
El papa Francisco, en el vuelo de regreso de su viaje a Malta, se refirió al conflicto de Ucrania en la tradicional rueda de prensa que realiza en el avión. Así, aseguró que “estamos enamorados de las guerras, del espíritu de Caín” y ratificó su voluntad de viajar a Kiev si fuera necesario. De igual manera, dejó abierta la puerta a un mayor análisis diplomático de la conveniencia de dicho viaje. “Estoy dispuesto a hacer todo lo que se pueda hacer. La Santa Sede en la parte diplomática están haciendo de todo, de todo”, señaló.