❐ CAROLA MINGUET | 21.04.2022
Jorge Manuel Rodríguez Almenar, presidente del Centro Español de Sindonología (CES), ha pronunciado una conferencia sobre la Sábana Santa en la Parroquia Universitaria San José. Profesor de Derecho Civil de la Universidad de Valencia, hizo su tesis doctoral en Historia del Arte sobre la que considera la reliquia más importante de la cristiandad. Desde entonces, no ha dejado de investigar y rebatir las dudas que todavía planean sobre su autenticidad.
¿Cómo empieza su relación con la Sábana Santa y qué le “cazó” de ella hasta el punto de haber dedicado más de media vida a estudiarla y difundirla?
La primera noticia que tuve sobre la Sábana Santa fue en un programa de televisión que se llamaba “Más allá” y que hacía el doctor Jiménez del Oso. Yo tendría 18 ó 19 años y recuerdo perfectamente haberme agarrado al sillón y preguntarme cómo era posible que existiera y no se supiese. Esta pregunta luego me la han hecho a mí muchas veces. Concretamente, recuerdo a una señora que, después de una charla que di, me dijo: “Si esto es verdad, por qué no se dice”.
Pues le pregunto lo mismo: ¿Por qué no se dice?
Muchas veces los medios de comunicación acallan lo importante; nos tienen metidos con cantidad de cosas en la cabeza innecesarias y, sin embargo, las fundamentales se evitan. Muy probablemente, la Sábana Santa es la sábana de Cristo, y en ella tenemos la corroboración de todo lo que dicen los Evangelios. Por lo tanto, no se puede tratar como una curiosidad: es algo verdaderamente importantísimo. Es evidente que muchos medios de comunicación son anticatólicos; ahora mismo, la inmensa mayoría. No me extraña que lo nieguen.
¿Y qué más se puede investigar de la Sábana Santa? ¿No se ha agotado después de tantos estudios?
Las principales investigaciones que se hicieron sobre la Sábana Santa fueron entre 1976 a 1981, cuando un equipo científico de norteamericanos se formó para ello. Llegó a Turín y se estuvo analizando durante 120 horas el lienzo, se tomaron muchos datos que luego se analizaron en 150.000 horas de estudio. En poco más de 3 años publicaron cerca de 27 publicaciones en revistas científicas, que no es cualquier cosa.
La conclusión a la que llegaron es que no tiene explicación la imagen. Así, lo que es increíble es la diferencia entre lo que dice la gente que la estudia desde el punto de vista científico y lo que dicen los medios generalistas: no es un cuadro, no es una pintura, en absoluto. Eso está totalmente descartado por un montón de publicaciones científicas, pero los medios y te lo colocan como una posibilidad.
¿Se puede seguir investigando? Sí, porque hoy tenemos más medios. Por ejemplo, se pueden hacer imágenes digitales y tantas otras cosas a nivel informático que se han desarrollado después.
¿Se puede decir, entonces, que las clásicas objeciones que se lanzan contra la veracidad de la Sábana Santa (falsificación medieval, carbono 14…) han sido refutadas o desmentidas objetivamente?
Sí, de hecho, cuando salió la prueba del carbono 14, la propia publicación científica decía que el nivel de significación del resultado está por debajo del mínimo aceptable (es un 4% cuando lo mínimo aceptable para que ese estudio se considere válido es un 5% de nivel de significación). Esto significa que la prueba del carbono 14 que todo el mundo cita no es significativa.
¿Y por qué se sigue dudando de su veracidad?
Hay veces que uno ve la mala idea de algunos artículos que hablan de los “creyentes” en la Sábana Santa, como si fuera una cuestión de creencias: no lo es. Es una cuestión de datos, de ciencia.
No es un cuadro. Tiene restos de ungüentos que cita Plinio el Viejo en los enterramientos de los reyes. Con ese tejido se hacía el traje del sumo sacerdote de Jerusalén. Se enterró a un crucificado (uno de los peores crímenes que se admitían en el Derecho Romano). Lo que nosotros vemos en la Sábana Santa encaja en el caso de Jesús de Nazaret, pero, si no fuera Jesús de Nazaret, no encajaría de ninguna manera porque ninguna persona muerta por rebelión en cruz hubiera sido enterrada con una tela tan buena, con un procedimiento propio de un rey. La propia Pasión de Cristo es un caso muy especial porque nadie era coronado de espinas, nadie era flagelado y crucificado porque implicaba duplicar una pena cuando ya estaba la sentencia de Pilatos…
Sabemos cómo se ha representado la muerte de Cristo a lo largo de todas las épocas porque tenemos un montón de datos (por la historia, por la arqueología…) sobre cómo fue su crucifixión. Y en la Sábana Santa todo encaja exactamente. Pero muchos medios de comunicación lo silencian.
Hablando de silencio… En España sorprende que tengamos el Santo Sudario en Oviedo y que tantas personas no tengan conocimiento. ¿Qué relación tiene con la Sábana Santa?
Tiene su motivo histórico, porque la investigación la dirigimos nosotros, el CES. Hemos conseguido en nuestro equipo gente que estudió la Sábana Santa de Turín en el año 1978, como el Dr. Jackson y ya hemos hecho un par de congresos internacionales en Oviedo. El problema es que en Oviedo no se han planteado que esto no es una reliquia asturiana, sino una reliquia de la humanidad, y no le han dado publicidad.
Podemos demostrar que todas las heridas que están en el desarrollo de la cabeza del hombre de la Sábana Santa están el mismo sitio en el sudario de Oviedo; las manchas pueden ser distintas, pero los focos son iguales: eso es irrevocable.
Hace unos días se ha constituido una asociación de amigos del sudario de Oviedo en Oviedo, parece que hay un apoyo por parte del Ayuntamiento y puede que esto sea el origen de hacer de verdad una cosa seria… Pero es incomprensible que tengamos una reliquia tan importante y te encuentres dificultades, a veces incluso dentro de la propia Iglesia.
Después de tantísimas entrevistas y conferencias como ha dado, ¿hay alguna pregunta que nunca le han hecho sobre la sábana Santa y que le gustaría que le formularan?
¡Qué buena pregunta! La más rara que me han hecho nunca es si ya era católico antes de estudiarla. Sí, tengo la suerte de que he vivido en una familia católica y mi fe no se basa en la Sábana Santa. Sin embargo, ha habido acontecimientos que me han sorprendido. Uno fue cuando un grupo de jóvenes hace más de treinta años nos embarcamos en una aventura insólita para que se conociera bien el tema y hacerlo desde el punto de vista universitario y científico. Creamos una asociación para ello y lo que a mí me personalmente me ha impactado es ver cómo se allanaba el camino y hacíamos cosas que eran imposibles.
¿Dios ha sido quien ha quitado los obstáculos en la investigación?
Absolutamente… No lo quería decir, pero es lo que se deduce de mis palabras, hasta el punto de que nos lanzamos a celebrar el XXV aniversario del Centro Español de Sindonología, así como el I Congreso Internacional sobre la Sábana Santa en España, en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia y salieron las cuentas cuando somos una asociación que vive de las ayudas de los socios… No ganamos nada, pero no perdimos nada. Se matricularon 450 personas, llenamos el Paraninfo de la Universidad.