❐ REDACCIÓN| 28.04.2022
Las donaciones económicas recogidas en la diócesis de Valencia para familias, desplazados y víctimas de la guerra en Ucrania superan ya la cifra de 1’1 millones de euros, dato que sigue en aumento. A fecha de 21 de abril, los donativos directos a Cáritas para la campaña de emergencia para Ucrania ascienden a 712.837,52 euros, a los que se suma la colecta extraordinaria convocada por el arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, el pasado 20 de marzo, de la que están contabilizados 419.298,34 euros. Por tanto, la cifra total recaudada es de 1.132.135,86 euros.
“Seguimos viviendo con dolor la situación de Ucrania pero con un renovado espíritu pascual, seguimos haciendo camino en la labor de ayuda a las víctimas de la guerra”, señala Arturo Ros, obispo auxiliar de Valencia.
Entre las acciones emprendidas en la diócesis desde principios de marzo, con el trabajo conjunto del Arzobispado y Cáritas Diocesana, destaca la acogida de las Cáritas parroquiales “que sigue creciendo en calidad y en número de refugiados acogidos, y con nuevas iniciativas que se anunciarán más adelante”, precisa. También “mantenemos la colaboración con el Gobierno de España, con la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, con las autoridades autonómicas y municipales”.
En referencia a la labor de acompañamiento y atención a personas y familias ucranianas desplazadas que Cáritas está llevando a cabo, monseñor Arturo Ros ha recordado que “Cáritas es expresión de la Madre Iglesia que se acerca, acaricia y ama, como la define el papa Francisco. Como miembros de esa Iglesia, esa Madre, la tarea de Cáritas consiste en estar con quien nadie quiere estar, como nadie quiere estar y cuando nadie quiere estar”.
Acogida de familias
Mons. Ros ha señalado también que “se están multiplicando las llamadas de entidades y particulares que han acogido a personas y familias de Ucrania. Sabíamos que esto podía suceder, de ahí la insistencia primera de trabajar a través de Cáritas. Seguimos atentos y dispuestos a seguir habilitando soluciones”.
Arturo Ros ha indicado que “en el lugar de acogida y emergencia para ucranianos desplazados, ubicado en Torrent, permanece un grupo numeroso de personas. Ya son once las familias derivadas a viviendas de distintos lugares de la diócesis y en los próximos días serán algunas familias más. Además, contamos con 16 viviendas en proceso de adecuación y tenemos la previsión de que aumenten en las próximas semanas”.
Además, el obispo auxiliar ha explicado que “dada la situación de gran incertidumbre, mantendremos abierto el centro de acogida y emergencia temporal que, desde que se activó, se está sosteniendo económicamente con fondos propios de Cáritas Diocesana”.