Interior de la parroquia Purísima Concepción y San Pedro Apóstol de Benissa. FOTO: A.SÁIZ

C. ALBIACH | 19.05.2022
Es conocida popularmente como la catedral de la Marina y es el lugar donde se custodia en Benissa la gran devoción a la Puríssima Xiqueta. La Santa Sede ha concedido a la parroquia Purísima Concepción y San Pedro Apóstol de esta localidad alicantina, y perteneciente a la archidiócesis de Valencia, el título de Basílica menor. Se une así a las otras seis basílicas menores que hay en la archidiócesis de Valencia. “Es una gran alegría para toda la localidad, ya que este templo fue levantado con mucho cariño por sus vecinos para honrar a la Puríssima Xiqueta”, reconoce el párroco, Salvador Enrique Cebolla.

El anuncio de esta concesión de la Santa Sede se hizo el pasado viernes 13 de mayo. El volteo de las campanas y los cohetes fueron una muestra más de este día de fiesta. En el interior del templo el párroco, decreto de la Santa Sede en mano, lo anunció con una rueda de prensa en la que también participó el alcalde de la localidad, Arturo Poquet, el delegado de liturgia del Arzobispado, Edgar Esteve, y el presidente de la Archicofradía ‘Hijas e Hijos de la Puríssima Xiqueta’, Quico Llopis.

La petición de basílica menor se hizo a principios a de 2020 tras preguntárselo al arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares en la visita pastoral de 2019, que mostró todo su apoyo. Tras presentar toda la documentación correspondiente para realizar la solicitud, la Congregación del Culto Divino aceptó la declaración de Basílica menor y el pasado 28 de abril se recibió el decreto de la Sagrada Congregación de Ritos de la Santa Sede.

Según el delegado de Liturgia del Arzobispado, Edgar Esteve, esta declaración de Basílica menor en Benissa supone una “gran alegría para toda la diócesis” dado que es un “reconocimiento por parte de la Santa Sede a la devoción y celebraciones litúrgicas ejemplares en este templo y la importante labor pastoral que desarrolla” . Además, “contaremos con una nueva Basílica en la zona sur de la diócesis que refuerza los vínculos con toda la archidiócesis y la Iglesia Madre”.

Este título, como destaca el párroco “es un estímulo para la evangelización”. “Es todo un honor que nos ayudará en la dimensión evangelizadora y pastoral de la parroquia para vivir la fe con mayor intensidad en comunión con el Papa y con toda la Iglesia”, añade.

Para que un templo pueda alcanzar el título basilical, debe reunir tres requisitos: ser un templo de excepcional esplendor, levantado con un perfil destacado; ser el foco espiritual de una comunidad que es santuario para la multitud de devotos que acuden a él y poseer un tesoro espiritual y sagrado, dando culto ininterrumpido al Señor, a la Virgen y al santo venerado en él.

Uno de los emblemas de la localidad de Benissa es su Purísima Xiqueta, una imagen de la Purísima Concepción de reducidas dimensiones y que se encuentra en el retablo del altar mayor del templo. FOTO: A.SÁIZ

La proclamación solemne como Basílica menor se hará en una celebración de la eucaristía el próximo 26 de junio a las 19:30 h presidida por el arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares. Una fiesta para la que ya se están preparando. Además, como todas las basílicas tiene que tener un lema y un escudo, que aún están ultimando en la parroquia.
El templo comenzó a construirse en el año 1902 y fue inaugurado en 1929 por el entonces arzobispo de Valencia monseñor Prudencio Melo. La erección de este templo se hizo necesaria ante el crecimiento urbano y de vecindario que había logrado Benissa a lo largo del siglo XIX y por los problemas de conservación del antiguo templo de San Pedro.

La iglesia, de estilo neogótico, está planteada en cruz latina, de tipo basilical, con una nave principal y dos laterales, sobre la que se abren las capillas. Las medidas son de 56 metros desde la puerta principal al tras altar y de 29 en el crucero, punto donde despega un ancho cimborrio octogonal. Al pie de la iglesia se sitúa el coro que es elevado sobre columnas, teniendo a un lado y al otro dos campanarios, dotados cada uno de ellos con cuatro campanas, y abriéndose a la fachada principal un gran rosetón y otros dos a ambos lados del crucero.

El altar mayor es obra del tallista valenciano Tomás Calvo, construido en 1952 para reponer el que fue quemado en la persecución religiosa de 1936. Preside la imagen de la Puríssima Xiqueta en su expositor y dentro de una hornacina.

Los altares laterales alojan varias imágenes donde destaca un Ecce Homo de la escuela de Alonso Cano. En el corazón está ubicado un órgano y en dependencias anexas al templo se encuentra el museo donde se exponen ropas sagradas del siglo XVII y otros objetos de culto, así como el archivo parroquial con registros desde 1543.