❐ M.A.PICALLO | 15.09.2022
Los cerca de 3.000 profesores de los colegios diocesanos del Arzobispado de Valencia han sido llamados a participar “como misioneros” en la Gran Misión Diocesana que comenzó el pasado jueves, 8 de septiembre, porque “la Iglesia os necesita y contamos con vosotros para realizar esta misión popular enmarcada en el Año Jubilar del Centenario de la Coronación Canónica”, destacó el vicario general de la Archidiócesis, Vicente Fontestad.
En su intervención en el Encuentro de Profesores de los Colegios Diocesanos, Fontestad explicó que la Misión Diocesana tendrá como eje fundamental tres catequesis, que se impartirán en enero y febrero de 2023. Estarán centradas en el “kerigma” y en las ideas “Dios Padre te ama”, “Jesucristo, el Hijo de Dios, te salva” y “el Espíritu Santo te hace comprender estas dos verdades”.
La Misión estará precedida por “un tiempo de oración, en septiembre, para pedir a Dios por los frutos de esta convocatoria, y también os pedimos que en vuestros colegios incluyáis esta intención en vuestras oraciones”, señaló Fontestad.
Y en el mes de octubre “se llamará a todos los que van a ser misioneros y se les preparará”, comentó. “A vosotros (los profesores) os pedimos que os presentéis en vuestras parroquias para ser misioneros, formar un grupo entre vuestros vecinos, amigos o familiares, dirigirlo y, de esta forma, poder colaborar en la presentación de las catequesis de la Misión”, precisó el también deán de la Seo.
“Todos los profesores de los colegios diocesanos estáis capacitados para ayudar a que esta Gran Misión Diocesana pueda realizarse, que nadie se sienta al margen. Contamos con todos vosotros”, apuntó.
En su intervención, Fontestad explicó que “un discípulo no puede quedar en el anonimato de la noche sino que debe tomar postura pública por Jesús y tener la valentía y audacia para dar a conocer las verdades más importantes para el ser humano”. Eso, además, “exige una entrega personal y un compromiso de vida, y el itinerario de la fe requiere identificarse con Él”, matizó.
Subrayando como ejemplos a Nicodemo y al apóstol Pablo, “y muchos otros a lo largo de la historia del Cristianismo”, el vicario de la Archidiócesis instó a los profesores a que su misión “no se reduzca al ámbito escolar sino que podáis participar en esta Misión Diocesana”.
Igualmente, agradeció a todos los docentes de los centros diocesano “vuestra labor y trabajo porque trabajáis con personas, con lo más valioso que tienen los padres, que son sus hijos, y colaboráis con ellos en su educación y formación”.
El oficio de maestro “es una de las vocaciones más importantes que puede tener una persona y el mismo Señor se presenta como maestro; Jesucristo es el verdadero maestro porque nos da a conocer la verdad de Dios y la del hombre”. Al respecto, “Jesucristo es el modelo más acabado de lo que es un ser humano, el que todos debemos imitar y presentar a nuestros alumnos”, incidió Fontestad.
‘Aquí tienes a tu madre’
En la jornada, Álvaro Almenar, vicerrector de la Basílica de la Virgen de los Desamparados, impartió la ponencia catequética titulada ‘Aquí tienes a tu Madre’, que es el lema de los colegios diocesanos en este nuevo curso, y explicó a los docentes el significado del jubileo y el proyecto de la Corona de Caridad del Año del Centenario, entre otros aspectos.
Sobre el lema de este curso, el vicerrector de la Basílica explicó a los profesores a que “María cumple la perfección el modelo de la perfecta maestra porque Ella aprende y sabe enseñar. Ella entiende a la perfección nuestras lágrimas y sonrisas, ya que Ella misma experimentó las lágrimas y las sonrisas. Por eso, pedidle a Virgen María que extienda su maternidad universal en vuestro colegio y gritadle: Muestra que eres Madre”.
De igual manera, comentó que “hay una advocación que aunque no es muy conocida la podemos traer en este contexto, María la Divina Maestra, porque Ella supo enseñar a Jesús la cosa más importante de la vida: que hay que aprender a entrar en la voluntad de Dios y que todo lo que Dios permite y hace en nuestra vida será siempre para nuestro bien, aunque a veces no lo entendamos”.
“Yo os invitaría -continuó-, en este Año Jubilar Mariano y en este inicio del curso escolar, a gritarle desde lo profundo del corazón a la Virgen santísima diciéndole: muéstrate que eres Madre y acompáñanos en nuestro día, inspíranos las palabras adecuadas y concédenos el don de la humildad”.