❐ AMPARO CASTELLANO | 06.10.2022
Su especialidad es la naprotecnología. La ginecóloga, Elena Espinosa, buscó una nueva perspectiva para las necesidades de sus pacientes, y lo logró a través de la especialidad que busca la concepción y el embarazo de manera natural. La infertilidad es un problema del que no se suele hablar y es muy frecuente, cada vez más.
–¿La causa es porque pensamos en terminar los estudios, tener un trabajo estable, una casa, y lo vamos aplazando?
Una de las causas sí, pero también estamos viendo parejas con problemas de infertilidad cada vez más jóvenes. El cuerpo no se adapta al estilo de vida que llevamos. Encima la mujer tiene que ser la mejor mujer madre, hija y trabajadora del mundo, y eso genera un estrés y un ritmo aceleradísimo que va en contra de la biología del cuerpo y de la salud reproductiva. Eso entre muchos otros factores que comparten mujeres y hombres: el estrés, la mala alimentación, lo mal que duermen, el poco ejercicio que hacen, o excesivo. Se trata al final de llegar a un equilibrio saludable. Tu cuerpo te habla, ¡escúchalo!. Y por eso en la naprotecnología vemos el problema de infertilidad como un síntoma, y nos centramos en buscar las causas subyacentes de ese síntoma de infertilidad. Es un cambio total de perspectiva, buscando el embarazo de manera natural pero restaurando tu salud. Mucha gente pierde el foco, y parece que el objetivo final sea el bebé, y en es ese camino se pierden: físicamente, psicológicamente, moralmente…y se va hundiendo hasta incluso romperse la pareja. Se va perdiendo la persona en sí y la pareja, y la posibilidad de la familia que empieza en el matrimonio. Lo primero es rescatar a la persona. La fertilidad es algo que se asume que tenemos. Es muy importante la divulgación, en colegios, en universidades, entre los jóvenes. Yo habría agradecido que me hablaran de esto mucho antes, y hay que abrir los ojos a la gente, despertar a la sociedad.
– Claro, damos por hecho que somos fértiles y no te lo planteas hasta que te pasa.
Asumimos que una mujer sana es fértil, y les crea mucha ansiedad la incertidumbre cuando les dicen todo está bien, pero no hay embarazo. Con la naprotecnología menos del 1% se queda sin esa respuesta. Eso da paz para seguir el camino y poder tomar decisiones en la pareja. Siempre digo que habría que educarnos en ello desde pequeños. Crecemos diciendo “voy a ser madre o padre, y lo voy a llevar a este colegio” y cuando eso no llega, sienten una frustración horrible. Está bien tener ese instinto maternal o paternal, pero siempre “si eres” no que lo vayas a ser, porque luego es muy duro.
–Es decir que hay muchos casos de infertilidad de lo que parece, existen estadísticas o estudios que nos hablan de ello en un contexto mundial.
Podríamos hablar del 50%. Claro también influye que va subiendo la edad. El 80% de las mujeres por debajo de 30 años no tiene hijos. La media es de 33 años, y está muy bien que podamos hacer muchas cosas, pero tampoco es cierto que la maternidad la puedas tener cuando quieras, no es verdad. Han de preguntarse, si esta era tu prioridad ¿porque es lo que has dejado para el final de la lista?. Hay que empezar mucho antes a ayudar a concienciar sobre la fertilidad.
-De lo que nos explica mucha parte es el análisis de la mujer, pero ¿respecto a los varones?
Se investigan también los problemas de salud, estilo de vida, ¿cuántas veces visitan al urólogo? A lo mejor hay problemas crónicos no diagnosticados. Muchas veces se recurre rápidamente a la donación de semen, y también es un abandono que sufren los hombres, me gustaría que dieran testimonio de que han pasado por ese proceso y que se vea que les diagnosticaron otros problemas de salud, que solucionaron todo. En resumen, el problema de salud es los dos, sea cual sea el origen. Y eso es lo primero que hay transmitir: sois una familia, sois uno. En realidad es una restauración también de la pareja que se prepara para ese nacimiento.
-Esta especialidad entonces requiere muchas dedicación por vuestra parte, que exige también una medicina muy humana.
Sí, mucho tiempo y lo merece. Acabamos de tener con éxito el caso de una mujer con una bajísima reserva ovárica a la que habían recomendado donantes de ovocitos. Necesitamos un óvulo, al igual que con un semen débil, intentamos encontrar en ambos la ventana fértil, que capacita de manera natural el acople y se pueda dar el embarazo de manera natural. Una cosa es que sea difícil, otra que sea totalmente imposible y que haya que abandonar. Mientras hay menstruación y posibilidades de embarazo hay que optimizarlo. Es medicina, es clínica, con mejoras obviamente de técnicas y conocimientos actuales, que se había abandonado en favor de otras técnicas. Me da una gran alegría cuando nos derivan parejas los propios médicos de familia, que ya saben que existe esta solución médica. Médicos, sanitarios, psicólogos y estudiantes de medicina empiezan a conocer y formarse.
-¿Habéis tenido algún tipo de resistencia porque con esta especialidad médica se pueden evitar las técnicas de reproducción asistida?
Nunca me gusta comparar ni orillar a nadie. Desde luego la naprotecnología es mucho más asequible, pero sobre todo es un método que vas a aprender para el resto de tu vida, con estudios específicos hasta que tu cuerpo y tu salud se restaure. Hay quienes lo logran en un mes y otros en ocho, pero además de mejorar la salud acompañamos en la parte humana a recuperar a la persona, mejorar su vida.
-¿La naprotecnología, donde se sitúa, en la ginecologia de manera interdisciplinar?
Es una especialidad médica que desarrollamos ginecólogos y cirujanos, y además colaboradores según las necesidades: nutricionistas, psicólogos, urólogos, digestivos… en nuestra Clínica Espinosa de ginecología y embarazo, con la especialidad de Naprotecnología en colaboración con Fertilitas. Con una sola pareja que ayudes, merece la pena.
5-2-8 Abril
5-2-8. Abril. Esos datos datos repetidos una y mil veces dejaron a Elena una noche en vela. Acudió al Salmo 52, versículo 8. “Confía en la mano de Dios para que des frutos de verdad a tu alrededor”.
Abril fue el momento de su formación en USA, que realizó en su luna de miel. “Lo rezamos mucho mi marido y yo, vimos en esta posibilidad una forma de comenzar haciendo bien a otras parejas, y es porque algo grande estaba detrás de esto. Hay puertas que se abren hacia dentro por algo, tienes que dar un paso hacia atrás para ver las cosas con perspectiva, y seguir con el paso adelante. Dios está en nuestra vida, tu camino, tu labor. Depende de que escuchemos”.