Según los datos conocidos hasta el momento, el de Algeciras es el primer atentado yihadista mortal contra iglesias en España. Atentados como este dan visibilidad a los cristianos perseguidos. En la Diócesis de Valencia, la Delegación de la Fundación pontificia ACN -en sus siglas internacionales-, que conocemos como Ayuda a la Iglesia Necesitada, suma cada vez más voluntarios y benefactores. Valencia es especialmente sensible y solidaria al aproximarse al sufrimiento personal. Aún en el siglo XXI, persecución de los cristianos.
❐ AMPARO CASTELLANO | 02.02.2023
Todavía con los ecos y la tristeza por lo sucedido en Algeciras, la Fundación pontificia ACN hace un trabajo espectacular de seguimiento de los perseguidos para que no se sientan abandonados. Este tipo de atentados en España sensibiliza con la realidad de estos ataques de fanatismo que acaba en persecución.
Estamos tristemente acostumbrados a palpar esta realidad de un modo habitual en muchísimos países del mundo. Nos sorprende más evidentemente que haya un atentado de este tipo aquí en España, pero no olvidemos también que en 2016 lo hubo en Normandía (Francia) con el atentado terrorista en la iglesia de Saint Étienne-du-Rouvray, en el que murió el Padre Jacques Hamel y otra persona resultó gravemente herida. Es una realidad que está presente en muchos países del mundo y que debemos conocer y tener muy en cuenta.
La Fundación tiene ya 75 años. ¿Cuál es en nuestros días su presencia en Valencia, casi reciente?
Está creciendo mucho a gracias a Dios, y luego, gracias a la labor de tantos. La Fundación en VCalencia tiene una delegación que tiene sede propia en la Iglesia de San Lorenzo en Valencia -antiguo Convento de Franciscanos-, donde tenemos el espacio para atender a quien quiera conocer o saber más. Pero lo importante no es tanto tener un lugar físico sino poder ir contando a nuestros cristianos de la Diócesis de valencia, esta realidad de discriminación y persecución que ocurre en el mundo todos los días. Para eso hemos conseguido reunir un grupo de voluntarios, casi una decena en la Diócesis, pero evidentemente necesitamos muchos más. Voluntarios que nos ayuden a difundir a la Iglesia pequeña, pobre, discriminada y perseguida del mundo, en nuestras parroquias, movimientos, etc.
Por desgracia, atentados como el que hemos sufrido esta semana en Algeciras nos hacen despertar un poco más. Cuando escuchamos cristianos perseguidos, nos resulta muy lamentable pero no nos exponen a la visibilidad de la crudeza de lo que se vive con tanta realidad como la que hemos visto en Algeciras, y que lamentablemente es así como viven los cristianos en más de medio mundo. Sembrando la semilla del voluntariado, donde cada vez estáis creciendo más, la Diócesis de Valencia que es muy solidaria en muchas causas, es también sensible a esto?
Valencia es “muy muy” -enfatiza- solidaria. Y tenemos muy buenos benefactores. La tradición en la Diócesis de Valencia, la comunidad católica de Valencia, ahí está. La Mare de Déu dels Innocents i Desamparats, de ahí surge la devoción a la advocación de la Virgen, precisamente de ese cuidado a los más débiles. Esa tradición secular sigue manteniéndose y gracias a Dios sigue creciendo. Valencia siempre ha sido muy generosa y lo va a seguir siendo, estoy convencidísimo.
Es importante recordar cuánta necesidad tienen nuestros hermanos en todo el mundo de que les ayudemos, cuántos cristianos están al borde del martirio por defender su fe, y son un ejemplo para todos nosotros.
Todo esto no nos tiene que llevar a la desesperanza ni a responder con crispación, sino a orar por nuestros hermanos perseguidos y a orar también por los que persiguen, y a seguir difundiendo la palabra del Señor con paz, con alegría y con esperanza.
Mártires cristianos en la clandestinidad o sumidos en la pobreza para siempre
El pasado 9 de enero, el Santo Padre alertaba ante el cuerpo diplomático ante la Santa Sede, de que 1 de cada 7 cristianos es “perseguido en el mundo sólo por profesar públicamente su fe. Hay más mártires ahora, que en los primeros siglos del Cristianismo”, nos recuerda constantemente el Papa Francisco.
La Fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) explicó que”son objeto de amenazas, marginación e incluso el asesinato. Sufren discriminación por vivir pública y libremente su fe e incluso son perseguidos y martirizados por fidelidad a Cristo”.
Se ven obligados a huir y perderlo todo o a vivir su fe en la clandestinidad porque vivirla abiertamente puede costarles la vida. Sufren discriminación, no pueden optar a puestos de trabajo ni a recibir educación, lo que les deja sumidos para siempre en la pobreza. Muchos son maltratados física y psicológicamente. Otros optan por manifestar en público su fidelidad a Cristo y atenerse a las consecuencias… Quieren seguir haciendo presente a Jesus aún sabiendo que son minoría”.
“En cuanto a lo sucedido en Algeciras, este perfil de ataque es muy frecuente en muchos países del mundo que expresa el odio contra la fe cristiana, la religión más perseguida”. El ataque en Algeciras se produjo en la festividad de la conversión de San Pablo, de perseguidor de los cristianos a gran apóstol del cristianismo en el siglo I. San Pablo de camino a Damasco se cayó del caballo porque el Señor le preguntó “¿por qué me persigues?” Y esta pregunta desgraciadamente pervive en nuestros días”.
“La libertad religiosa no está garantizada en 1 de cada 3 países del mundo”, como indica el último Informe Libertad Religiosa en el Mundo. El director de ACN en España Javier Menéndez Ros aseguró que el atentado constituye un ataque yihadista «propio de aquellos que quieren imponer por la violencia una ideología político-religiosa que no tiene nada que ver con la religión. En Europa cada vez se están produciendo más ataques de este tipo”.
ACN reclama mayor protección de la libertad religiosa, donde hay persecución pero también en los países donde la fe cristiana no es una minoría. “Sin embargo, tal y como nos enseñan muchos cristianos en tantos países donde están cada día en el punto de mira de grupos yihadistas, en Nigeria, Pakistán, Siria, Irak…ellos son capaces de perdonar a sus perseguidores y piden por su conversión, ellos son la luz a la que seguir”.