❐ CARLOS ALBIACH | 19.05.2023
Tras la misa conmemorativa del Centenario de la Coronación la imagen original de la Virgen de los Desamparados realizó el mismo recorrido que en 1923 hasta el Puente del Real. Hasta aquí estuvo acompañada por miles de valencianos que no quisieron perderse este gran acontecimiento en la calles de Valencia, engalanadas para la ocasión. En ellas se podían ver familias con niños, jóvenes y mayores. Todos querían verla pasar y rememorar aquel acontecimiento de 1923, recuerdo que en muchas familias se ha transmitido de padres a hijos.
Nada más salir por la Puerta de los Apóstoles, portada por los sacerdotes, la Mare de Déu pasó por encima de una gran alfombra de serrín, de 90 metros cuadros, realizada en serrín por la Asociación de Amigos del Corpus de Elche de la Sierra. Desde allí se dirigió a la calles del Almudín y Salvador, en cuya esquina recibió una lluvia de pétalos.
Ya en la calle del Salvador se vivió uno de los momentos más emocionantes al pararse y ponerse frente al Cristo del Salvador, el Cristo más antiguo de Valencia. “Has querido acercarte a vuestro hijo, el Señor de Valencia, así se escenifica una tradición secular, el encuentro de las dos devociones a las que desde antiguo los habitantes de esta urbe se han querido encomendar. Ruega a tu Hijo por la paz, tan anhelada y deseada para el mundo entero”, se rezó. Después se entonaron los Gozos al Cristo del Salvador y con un fuerte aplauso subió la calle Trinitarios, donde le esperaban los sacerdotes mayores de la residencia sacerdotal Venerable Agnesio, junto a las religiosas Cooperadoras de Betania, así como fieles de la cercana parroquia San Esteban y los tunos. Estos últimos le dedicaron sus cantos y bailes característicos.
Tras estas estrechas calles llegó a la plaza del Poeta Llorente, ya junto al antiguo cauce del río Turia, y donde ya se percibía la gran multitud que le esperaba junto al Puente del Real. Antes, paró frente a la iglesia del Temple, donde recibió el homenaje de los niños del Oratorio de Niños Pequeños de los Cooperadores de la Verdad.
Tras el acto en la explanada del Puente del Real la imagen comenzó su recorrido hacia la Basilica. Como si de un concierto se tratase su paso fue anunciado por las campanas de los los diferentes templos como la iglesia castrense de Santo Domingo o las parroquias de Santo Tomás y San Martín o la iglesia de Santa Catalina. Y por supuesto los volteos del Micalet. Además en todo momento fue escoltada por la Banda Municipal de Valencia.
En la calle de la Paz se dejaron imágenes históricas con una lluvia de pétalos desde los balcones y desde la propia calle, que tiraban emocionados al paso tanto pequeños como mayores. A la altura de la parroquia Santo Tomás y San Felipe Neri una multitud de feligreses de esta parroquia, con guitarras e instrumentos, le cantaron el conocido canto ‘Bendita María’ de las comunidades neocatecumenales.
Tras dejar la plaza de la Reina pasó por debajo del arco de la calle Barchilla y tras pasar por la plaza la Almoina llegó a su Basílica donde fue recibida con los cantos de la Escolanía y por numerosos fieles.
En todo el recorrido no cesaron los vítores y aplausos a la Virgen, pero sobre todo se vieron rostros emocionados, lágrimas en los ojos, miradas cómplices, niños admirados y labios que susurraban oraciones y acciones de gracias que todos alzaban a su Madre. Toda una aclamación del pueblo valenciano como ‘Reina del cel i la terra’.