AVAN | 19-01-2012
La parroquia Sagrada Familia de Torrent recupera los bautismos por inmersión, que administrará en la pila bautismal con capacidad para mil litros, instalada en el nuevo templo.
La parroquia recupera así el modo de administrar el sacramento del Bautismo como “se realizaba en los primeros tiempos del cristianismo”, según indicó a AVAN el párroco, Pedro Puche.
El baptisterio, realizado en mármol blanco, con capacidad para mil litros de agua, se encuentra ubicado frente el altar en un desnivel inferior sobre la nave central, al que se accede a través de siete peldaños de bajada y siete de subida. Los escalones “significan el camino de descendimiento a la realidad de pecado del hombre –siete pecados capitales- que se sumerge en las aguas de la muerte para resucitar como ‘hombre nuevo’ en Cristo”, añadió. Se trata de una de las primeras pilas bautismales de estas características habilitadas en iglesias de la diócesis para realizar bautizos por inmersión, una tradición presente en la Iglesia desde los primeros siglos, según Jaime Sancho, presidente de la comisión de Liturgia del Arzobispado de Valencia.
El arzobispo, monseñor Carlos Osoro, presidió el pasado domingo la ceremonia de consagración del nuevo edificio, que ha sido reconstruido sobre el antiguo, ubicado en la calle Tomás Miquel, 5, y ampliado con un solar adyacente adquirido para este fin.
El nuevo templo dispone de un desnivel de la nave central para facilitar la visibilidad de los feligreses y han sido suprimidas las barreras arquitectónicas. Las paredes acristaladas y la claraboya o lucernario sobre el altar proporcionan una gran luminosidad.
Gracias a los feligreses
El párroco elogió la “generosidad de la feligresía, dado que las obras han sido sufragadas con sus aportaciones y donativos”. En la parte frontal del templo, sobre la sede, ha sido pintado un mural al fresco en el que se representa un icono con la imagen de Cristo Pantocrator, al que le acompañan en sus laterales otras figuras como la Virgen y varios santos.
El icono “será ampliado próximamente con pinturas para realizar alrededor de éste una ‘Corona’ sobre la vida de Jesucristo y que, lejos de ser una mera decoración, aparecen como elemento catequético”, añadió. Entre otras imágenes, figura también un conjunto escultórico de la Sagrada Familia, que presidía el anterior templo, que ha sido ubicado en un lateral nada más entrar por la puerta principal en señal de acogida.
Las obras, realizadas desde junio de 2010 hasta septiembre de 2011, bajo la dirección técnica del arquitecto de Cullera Antonio Giner, han incluido también la instalación de unas puertas de entrada al templo, “estrechas pero de gran esbeltez con una altura de seis metros”, que simbolizan “la puerta estrecha que lleva al cielo”.
También destaca el nuevo sistema de climatización con una elevada eficiencia energética y la optimización de la acústica, que ha mejorado notablemente con las nuevas superficies.
Con los trabajos, además de dotar de mayor espacio a la nave central y al templo, han podido ampliarse las instalaciones parroquiales con dos nuevas salas. En la actualidad, la parroquia, que atiende a una feligresía de cerca de 20.000 habitantes, coordina varios grupos de catequesis y grupos parroquiales. El nuevo templo reemplaza, así, al anterior edificio, que presentaba “defectos serios en su estructura”.
Ceremonia de consagración
La ceremonia de consagración del nuevo templo comenzó con una procesión a pie desde la casa de un feligrés, de 82 años, “que ha sido sacristán de la parroquia durante veinte años”, en dirección al templo.
El propio Arzobispo abrió las puertas del templo y se dirigió a la sede para presidir desde allí una oración. Seguidamente, bendijo a los fieles y las obras de construcción de la parroquia para, inmediatamente, iniciar la ceremonia.