“El lugar de lo pequeños milagros”. Así define uno de los enfermos que ha acudido a la peregrinación al santuario mariano de Lourdes con la Hospitalidad Valenciana de Lourdes. Pequeños milagros como que un joven se vuelque en ayudar para que los enfermos vivan esta experiencia de fe al amparo de la Virgen o esa sencilla oración de un enfermo que gracias a la organización y los voluntarios puede salir de casa y peregrinar. Un pequeño milagro que más de mil valencianos se unan a los 3 millones de peregrinos que cada año visitan el santuario francés.
❐ CARLOS ALBIACH| 6.07.2023
Dicen que peregrinar a Lourdes es una de las experiencia que más marca desde el punto de vista espiritual y que nunca se olvidan. Cada, año numerosos valencianos, sobre todo enfermos, esperan poder hacer esta peregrinación de mano de la Hospitalidad Valenciana de Lourdes. Este año la peregrinación se ha celebrado del 28 de junio al 2 de julio y ha registrado cifras de récord: un avión y 19 autocares con más de mil personas, entre ellos enfermos, personal sanitario, 26 sacerdotes y voluntarios, entre estos últimos cerca de 250 jóvenes procedentes de Juniors M.D. y diferentes colegios como el Cumbres, uno de los más numerosos. Al frente de la peregrinación, el obispo auxiliar de Valencia, mons. Arturo Ros.
La presidenta de la Hospitalidad Valenciana, Mª Jesús Arnandis, valora esta peregrinación como “inolvidable”: “todos han vuelto muy contentos, tanto los enfermos, como los voluntarios. Todos nos hemos podido poner a los pies de la Virgen y darle gracias”. Arnadis destaca la gran labor de todos los voluntarios y como los enfermos “valoraban el exquisito trato y el cariño”.
También resalta la presencia de los más jóvenes que han llevado su alegría y servicio a la peregrinación: “su servicio más preciado es la alegría que irradian y transmiten a los enfermos, haciendo que se sientan especiales durante estos días”, apunta.
Uno de los enfermos que participó fue Ignacio Mora, de Torrent, que define la peregrinación como “una experiencia enriquecedora y entrañable”. Agradece enormemente la labor de los voluntarios, “la disponibilidad y el tiempo al servicio de los hermanos que sufren, ofreciendo su mirada compasiva, su atención y ayuda a los enfermos que peregrinan para encontrar descanso y alivio en los sufrimientos”. “En Lourdes se producen muchos pequeños milagros, pero uno de los más grandes es el que nos hace levantarnos la mirada, porque la hace sana”, añade.
En Lourdes, los peregrinos participaron en la procesión de las antorchas en el santuario y en cuyo recorrido todos los fieles rezaron el rosario. También se celebró la tradicional misa en la Gruta así como la solemne procesión del Santísimo.
Entre los peregrinos también se encontraba el sacerdote Domingo Pacheco, consiliario de Juniors M.D., quien resalta que ha sido “una vivencia especial”, ya que para él “para mi Lourdes es una fuente de la que ir a beber a través del encuentro con Dios por María y con aquellas personas que Dios, cada año, en su providencia elige”. “Me vuelvo muy agradecido y dándole gracias a Dios por todo lo compartido y lo vivid. Esto enriquece nuestra vida como educadores, y enriquece nuestra fe para que todo aquello que vivimos esté lleno de Dios”, añade.
También entre los jóvenes de Juniors M.D. se encontraba Jaume Gascó, que explica que Lourdes es un lugar de encuentro con Dios y con los demás: “Al final nosotros también encontramos esas experiencias o tenemos esos encuentros a través de sonrisas, en un encuentro con un enfermo, mediante miradas… todo tipo de situaciones que que ocurren en Lourdes y que son una pasada o que al final solo se producen allí”. Asimismo, destaca que para los voluntarios de Juniors M.D. “ha sido un chute de fe que hace que todos los educadores que participan vuelvan contentos y fortalecidos de cara a los campamentos de verano y el resto de actividades que se realizan en los centros”.
En Lourdes los jóvenes voluntarios hacen diferentes tareas como transportar al enfermo desde el hospital al lugar de la celebración. “Estos momentos también son importantes porque al final estás acompañando a una persona que vive su espiritualidad, que te cuenta su vida, con la que conversas y sientes sus miradas, sus sonrisas… ese cariño por estar haciendo algo por él o por ella”, explica Jaume.
Desde hace más de 95 años, la Hospitalidad Valenciana de Nuestra Señora de Lourdes ha dedicado cada día de su existencia a que los enfermos, sus familias, peregrinos y personal de servicio, puedan compartir unos días de oración, trabajo y convivencia en cada peregrinación al santuario.