Cuatro meses después de la clausura del Año Jubilar del Centenario de la Coronación de la Virgen de los Desamparados, los momentos vividos, especialmente los acontecimientos históricos del pasado mes de mayo, siguen presentes en la memoria de los valencianos. A finales de septiembre se celebró una misa de acción de gracias presidida por el Arzobispo de Valencia en la que se recordó este Año y se homenajeó a todas las personas e instituciones que colaboraron en su desarrollo.
❐ M.A. /C.A. | 6.10.23
la Virgen de los Desamparados es una presencia evangelizadora que toca el corazón de muchas personas y mantiene hoy viva nuestra fe, una presencia viva y que vivifica la fe de nuestra Iglesia, porque donde no llegan nuestras palabras llega su mirada amorosa. No es algo del pasado, sino del presente, con fuerza evangelizadora que para nuestra Diócesis es una bendición de Dios”. Con estas palabras el arzobispo de Valencia, Mons. Enrique Benavent, destacó la importancia de la Mare de Déu durante la misa de acción de gracias por el Centenario de la Coronación de la Virgen, que presidió en la Basílica.
El titular de la Archidiócesis señaló que las palabras del salmo “Tu eres l’orgull del nostre poble” expresan “allò que portem en el cor tots els valencians quan mirem a la Mare de Déu amb ulls de fe perquè, en lo que significa la teua advocació, estan els millors valors del poble valencià, i en els actes del Centenari hem pogut contemplar-ho i viure-ho”.
“En aquesta advocació està concentrada tota una història de fe, de caritat i d’amor a la Mare de Déu que hem rebut com una herència del passat, que conservem com un gran tresor i que encara està viu entre nosaltres”, precisó.
La devoción a la Virgen de los Desamparados -y todos los actos del Centenario- “no naix de la nada, és el fruit de tota una història que ens uneix a tots els valencians baix la mirada de la Mare de Déu i de la que ens hem de sentir orgullosos”, explicó.
Asimismo, el Arzobispo aseguró que “sense la Mare de Déu -i lo que significa de fe, d’amor als necessitats, de compromís pels més pobres-, la nostra història no seria la mateixa i el nostre poble no seria el mateix, i no tindríem esta història tan rica de humanitat, amor, caritat i solidaritat”.
El Centenari, añadió, “és també un moment per a mirar el futur perquè la Mare de Déu ens indica els camins de l’Església: estar prop dels més necessitats i pobres, i que ocupen el primer lloc en l’Esglèsia els primers en el cor de la Verge, els desamparats, els que el món ignora, els descartats, com diu el Papa Francesc. Quant més servidora dels pobres es faça l’Església, més creïble serà per al nostre món”.
La celebración del Centenario, explicó, “supuso también para la Iglesia de Valencia un momento de esperanza, en estos tiempos en los que transmitir la fe y anunciar el Evangelio es algo difícil, y nos reveló una vida eclesial rica de iniciativas pastorales”.
Los actos del Centenario “fueron momentos inolvidables de vida eclesial, de oración y encuentro con la Mare de Déu, de celebraciones en la Catedral y Basílica, la Gran Vigilia en la Plaza de Toros, que nos revelan la capacidad de la Virgen de convocar a los cristianos, su fuerza de atracción para anunciar el Evangelio en el mundo actual, a pesar de la secularización que vivimos, el corazón de tantos jóvenes, niños, incluso personas alejadas, que se sienten movidos a seguir a Jesucristo a través de María”.
Al comienzo de la misa, el rector de la Basílica, Melchor Seguí, definió la celebración del Centenario como unas “jornades històriques”. La Mare de Déu “ens va unir com no més sap fer Ella perquè a la crida de la Mare sempre acudeixen tots els seus fills. Donem gràcies pels beneficis i fruits d’aquest esdeveniment extraordinari i també a tots aquells que ho van fer possible: tot el poble valencià i les institucions, autoritats, colectius i persones particulars”, añadió.
RECONOCIMIENTOS
Para reconocer toda la labor prestada en la organización, realización y difusión de los actos del Centenario de la Coronación, fueron entregadas en la Basílica unas medallas conmemorativas, con la imagen de la Mare de Déu, a entidades, instituciones y personas del ámbito eclesial, de la cultura y sociedad civil valenciana.
La misa fue oficiada por el Arzobispo y concelebrada por numerosos sacerdotes, entre ellos, el obispo auxiliar emérito de Valencia, monseñor Javier Salinas, el arzobispo emérito de Zaragoza, monseñor Manuel Ureña, y el vicario general de la Archidiócesis, Vicente Fontestad, junto con el rector y clero de la Basílica.
En la celebración tomaron parte diferentes autoridades y representantes de instituciones que colaboraron en las celebraciones del Centenario así como las entidades vinculadas a la Basílica y representantes de la sociedad civil. Entre otras autoridades, estuvieron presentes en la misa la presidenta de Les Corts Valencianes, Llanos Massó; la alcaldesa de Valencia, Mª José Catalá, y concejales; el presidente de la Diputación de Valencia, Vicent Mompó; la presidenta del Tribunal Superior de Justicia valenciano, Pilar de la Oliva; la Honorable Clavariesa Vicentina, Amparo Chova; y la Fallera Mayor Infantil de Valencia de 2023, Paula Nieto.
RECUERDO DEL CENTENARIO
Tras la misa en la Basílica, fueron descubiertas dos placas conmemorativas, una en la Plaza de la Virgen y otra, en el monolito del Puente del Real, donde tuvo lugar el acto del Centenario el pasado 13 de mayo y la Coronación de la Virgen en 1923.
En estas placas puede leerse la siguiente inscripción, en castellano y valenciano: “El día trece de mayo del año del Señor dos mil veintitrés, el pueblo valenciano conmemoró el Centenario de la Coronación de la sagrada imagen de la Virgen de los Desamparados para perpetua memoria y mayor gloria de Dios”.