La más querida reliquia de Valencia, el Santo Cáliz, que según la tradición y una cada vez más arraigada base histórica, utilizó Jesucristo en la Última Cena recibió el homenaje de Valencia en la celebración de su fiesta anual, el último jueves de octubre.
El último jueves del mes de octubre se celebra la fiesta anual del Santo Cáliz de la última y Santa Cena, con la que comenzaba la Pasión del Señor. Un Santo Cáliz que evoca la Eucaristía, donde está todo el amor: el amor y la compasión de Dios, Dios que se entrega enteramente dándonos todo el amor para que nos amemos, con su mimo amor, unos a otros.
Se trata de “la reliquia más preciada y el tesoro más grande que conserva nuestra Catedral” y que nos recuerda “el tesoro todavía más grande para la Iglesia que es la Eucaristía”, tal y como recordó monseñor Enrique Benavent, arzobispo de Valencia, durante la homilía pronunciada en la fiesta anual del Santo Cáliz celebrada en la Catedral.
Esta reliquia “nos lleva al núcleo, al centro del misterio de nuestra redención, al momento en el que el Señor celebró la Última Cena”. Por eso, “el misterio eucarístico es el sacramento de su Cuerpo entregado, de su Sangre derramada que nos habla de amor, con el que el Señor afrontó su Pasión”.
Monseñor Benavent afirmó que “celebrar esta fiesta del Santo Cáliz es recordar que sin Eucaristía la Iglesia no sería Iglesia, es recordar que el tesoro más grande que conserva la Iglesia es la Eucaristía” porque “en él se esconde todo el bien espiritual de la Iglesia” y animó a ponerla en el centro de nuestra vida cristiana.
SIGNO DE COMUNIÓN CON LAS IGLESIAS DE ORIENTE MEDIO
El Arzobispo saludó a los miembros de la Comisaría de Tierra Santa y al párroco de una parroquia católica en Siria, presentes en la celebración, “un signo de comunión con las Iglesias de Oriente Medio”, señaló monseñor Benavent.
Precisamente, en la misa de la fiesta del Santo Cáliz se realizó una petición especial por la paz en Tierra Santa, a iniciativa de la Comisaría de Tierra Santa de la provincia de la Inmaculada Concepción Franciscanos y el Centro de Tierra Santa en Madrid.
La misa de la fiesta del Santo Cáliz tuvo lugar en el altar mayor de la Seo y durante su celebración han sido bendecidas y entregadas réplicas del Santo Cáliz a varias parroquias de la Archidiócesis.
Las parroquias que han recibido este año la réplica del Santo Cáliz son Nuestra Señora del Buen Consejo, de Torrent; Santos Juanes, de Quatretonda; San José Obrero, de Silla; y San Antonio de Padua y San Diego de Alcalá, de Rafelcofer.
Además, la fiesta del Santo Cáliz es una de las dos celebraciones en todo el año, junto con el Oficio del Jueves Santo, en las que la sagrada reliquia sale de su capilla. Antes del comienzo de la misa fue sido trasladada en procesión desde su capilla hasta el altar mayor donde ha permanecido durante la eucaristía. Una vez concluyó, regresó a su capilla tras recibir los presentes la bendición con el Santo Cáliz.
Igualmente, la misa fue concelebrada por los sacerdotes de las parroquias que han recibido las réplicas y ha contado con la participación de los miembros de la Cofradía del Santo Cáliz, que la organiza, y de la Real Hermandad del Santo Cáliz y otras entidades y fieles.