L.B. | 12-12-2012
“A mis compañeros de colegio les ha llamado la atención verme con la cruz de joven misionero. Todos me preguntaban y he hablado mucho con ellos. Les he explicado quién es Dios para mí y he insistido en que les quiere”. David Galindo tiene 17 años, pertenece a la parroquia de Nuestra Señora del Pilar, en Catarroja, y en la vigilia de oración de jóvenes con el Arzobispo del pasado mes de noviembre se comprometió a ser ‘misionero de la fe’ y a hablar todos los meses de Jesucristo a otros jóvenes. “Ha habido algunos compañeros que me han dicho que no creen en Dios porque ven mucho sufrimiento en el mundo pero, a pesar de todo, se han interesado y les he invitado a integrarse en el grupo junior que se va a formar en mi colegio, San Antonio de Padua”, añade David.
Como él, el pasado mes de noviembre, otros muchos jóvenes se convirtieron en misioneros de la fe y recogieron las cruces que don Carlos Osoro les entregó como símbolo de su compromiso. También al término de la vigilia del pasado día 7, el prelado bendijo e impuso la cruz de misionero de la fe a más de un centenar de participantes, de entre 16 y 35 años, que se presentaron voluntarios para asumir libremente el compromiso propuesto por el arzobispo de “anunciar una vez al mes a Cristo, allá donde estéis, en el trabajo, en la universidad, a alguien que no conoce a Cristo o que no es creyente”.
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