C.A./AVAN | 03-08-2014
Jóvenes participantes posaron tras la misa conclusiva con el Arzobispo. J.PEIRÓ
Contentos y llenos de entusiasmo. Eso es lo que se podía ver en las caras de los jóvenes que han participado en el proyecto ‘Construir la nueva ciudad’ durante la misa conclusiva del pasado domingo en la Basílica de la Virgen. Los misioneros, tal y como relataron, han vivido una experiencia única e inolvidable. Durante siete días han estado en parroquias diferentes haciendo presente el Evangelio a través de distintas obras. Concretamente han estado en las parroquias, Madre del Redentor del barrio La Coma de Paterna, Santos Patronos de Alzira, la Anunciación de Ntra. Señora de Aldaia y San Nicolás del Grao de Gandía.
La alegría ya se hacía presente minutos antes del comienzo de la eucaristía, que presidió el Arzobispo. Ya en la plaza, algunos jóvenes cantaban y bailaban dejando al lado las maletas y mochilas.
Iglesia en salida
Durante la celebración monseñor Osoro destacó que “el Reino de Dios no es de riqueza, negocio o poder, sino servir y dar la vida por los demás y cuanto más os parecéis a Cristo más aproximáis a los demás el reino de Dios”. En este sentido, el prelado apuntó que “hemos de salir, como nos dice el Papa, juntos, aproximando el Reino del Señor, que es aproximar el rostro mismo de Jesucristo, y es la solución para este mundo roto, dividido, enfrentado, con egoísmos, donde vivimos para nosotros mismo”. Como curiosidad de la misa, a la hora de mencionar por quién se ofrecía, una de las intenciones fue por la escritora Ana María Matute, recientemente fallecida.
Al término de la eucaristía algunos de los jóvenes participantes compartieron la experiencia de estar toda la semana anunciando el Evangelio y al servicio de los demás. En sus palabras se hacía patente el agradecimiento a Dios y a las parroquias que les habían acogido. Durante esta semana los jóvenes han visitado enfermos, ayudado en diferentes proyectos de Cáritas, anunciado el Evangelio por las calles y las casas, colaborado en las celebraciones litúrgicas de la parroquia o invitado a la gente a rezar en el templo.
El presidente de la Comisión de Juventud, Óscar Benavent, en declaraciones a PARAULA, asegura que ha sido “una gran experiencia” en la que los jóvenes “han vuelto felices porque han dado la vida y han recibido mucho más de lo que han dado”. Benavent espera que tras esta experiencia más jóvenes se unan en futuras convocatorias y agradece también la disponibilidad de las parroquias donde, al final, no se ha podido llevar a cabo.
Ayuda de los párrocos
Los jóvenes han estado en todo momento acompañado de los párrocos. Para Rafael Sala, de San Nicolás del Grao de Gandía, ha sido “una bendición” y ha sido “toda una renovación para la parroquia”. En este sentido, Joan Carles Alemany, de Aldaia, también destaca que “lo ha vivido muy cerca” y ha sido “muy enriquecedor para la comunidad parroquial”. El párroco también destaca que han podido conocer distintas realidades y ofrecer su testimonio a todos. Por su parte, Joaquín Mestre, de La Coma, ha sido “una expresión de la Iglesia misionera a pequeña escala”. “Gente de distintos grupos que se ha unido para una misión y se ha ayudado”, añade.
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