EVA ALCAYDE | 26-10-2014
Las personas sordas acuden a Santo Tomás los domingos a las 18 horas. M.GUALLART
La atención pastoral a las personas sordas comenzó en la diócesis de Valencia de forma espontánea y casi silenciosa. Fue asumida por el padre Ángel Santamaría, hijo de padres sordos y único sacerdote en la diócesis conocedor de la lengua de los signos.
Sin nombramientos, ni designaciones, como una labor personal, poco a poco este sacerdote valenciano de 66 años comenzó a ayudar a las personas sordas a acercarse a la fe, a la Iglesia, al Evangelio, a los sacramentos…
Su labor evangelizadora lleva ya 25 años en marcha y a su grupo se han unido unos 60 miembros, entre personas sordas y sordociegas, que saben que todos los domingos a las seis de la tarde el padre Ángel oficia una misa para ellos en la lengua de los signos en la parroquia de Santo Tomás.
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